Por esa ribera…

Jaime López

…quiere acomodarse la furia nacional, esperando que crezca más el torrente, para elevar su voz colectiva que clama por resultados y la identificación oficial del culpable, con la consiguiente solicitud de extradición y que venga a enfrentar lo que merece, a sabiendas que su letanía de “hasta la victoria siempre” no le brindará la impunidad que busca, ordenando la aparición de acólitos, tontos útiles, que cada día estremecen las noticias nacionales con sus revelaciones insólitas, que los condenarán a purgar penas por delitos menores, mientras su paranoia enmarcada en la sonrisa sardónica, hará que siga frotándose las manos, esperando la próxima ocasión para seguir influenciando en los jueces y que sigan convirtiendo en secretas las declaraciones de los delatores.

Cabe alimentar los interrogantes para tratar de entender cómo es que los hechos ocurren apantallados, hasta ahora, por Oderbrecht: quien es el que le ordenó al delator Alcivar informar sobre las mañas tecnológicas cometidas por el tío, dueño de la ribera, y que involucran ¿sorpresivamente al otro cristal?. Como es que ahora asoma una cámara oculta en Carondelet, cuando los servicios de inteligencia sabían que fue instalada, dentro de elementales acciones de seguridad para la Presidencia, ¿y denunciar hoy espionajes? ¿Por qué nadie informó nada, sobre estas linduras tecnológicas, en los correspondientes relevos de servicios del personal asignado para esas labores?

¿Acaso no se esá apelando a la ingenuidad Presidencial para que en el twitter haga el ridículo y provoque que el soquete responda descomunales estupideces? ¿Acaso no se está considerando como un montón de pendejos a la comunidad que dice ¡basta! a la fabricación de cortinas? Por supuesto siguen y seguirán asomando auditorías reveladoras de las obras, entre comillas, de la década pasada, que corren el peligro de ser aceptadas, como el pan de cada día, y llenarlas de indiferencias. El engaño a mansalva se produjo de la mano de la culpa colectiva por no reaccionar a tiempo. Aún queda la oportunidad y la convocatoria a las concentraciones y al apoyo a la consulta popular, será una muestra de dignidad cívica y valentía y dejar de ser cobardes.