Universidad, un reto para la salud

COMODIDAD. Jóvenes universitarios buscan su comida de la manera más fácil. (Foto internet)
COMODIDAD. Jóvenes universitarios buscan su comida de la manera más fácil. (Foto internet)

Aulas llenas de mochilas con deberes y proyectos a tiempo, pero con mentes cansadas y estómagos vacíos.

Julissa Ortega

Escuela Superior Politécnica de Chimborazo

Anderson Ruales es un estudiante universitario que vive en otra ciudad. Al igual que él muchos jóvenes dejan la comodidad de sus hogares para seguir una carrera en la universidad.

Ahora estos universitarios soñadores viven en pequeños departamentos en donde se encuentran rodeados de responsabilidades, soledad y el poco interés por su alimentación.

Problemas

La falta de tiempo es la excusa más frecuente que los estudiantes suelen usar para justificar sus malos hábitos alimenticios, lo que los conduce a ser fieles consumidores de comida rápida, instantánea o demasiado básica. “Debido al exceso de deberes solo logro desayunar un yogurt o algo que consigo una tienda, para así dirigirme a la biblioteca o al departamento de algún compañero para terminar con algunos proyectos o exposiciones pendientes”, dijo Anderson.

Además explicó que con todo lo que tiene que hacer no tiene tiempo para llegar a su departamento a prepararse comida, por lo que opta por comer en algún restaurante cercano a la universidad.

Es así como ser un alumno comprometido con su carrera, conlleva ciertos descuidos en la salud, ya que muchas de las veces el horario de clases les impide comer a las horas adecuadas, o suelen saltarse ciertas comidas y así permanecen sin nada en el estómago por un largo periodo, lo que les dificulta aprender de mejor manera.

Una dieta balanceada

Erika Cepeda, también es estudiante universitaria que vive con sus padres. “Cuando bajo al comedor mi desayuno ya está servido, junto a otra comida adicional para el medio día, que mi mamá me prepara. Al regresar de la universidad el almuerzo también lo tengo listo, es así que logro alimentarme cuatro veces al día sin ningún problema”, dijo Erika.

Con esto se puede evidenciar que cuando un joven vive solo se le dificulta llevar un correcto régimen alimenticio, esto sumado a la tensión de sus estudios, se crea una bomba de tiempo para su salud, la misma que le perjudicará a corto o largo plazo.