Los adultos mayores se ubican en los templos a pedir dinero o a vender algún producto.
Sentados sobre las gradas de las iglesias, con la mano extendida y con un rostro triste que refleja el paso del tiempo, es posible observar a varios adultos mayores que hicieron de la mendicidad su forma de subsistencia.
Varios de ellos apenas pueden dar unos pasos cortos y pese a eso, regularmente están en las afueras de los templos con la esperanza de apelar a la sensibilidad de los transeúntes para que les regalen unos centavos.
Uno de estos casos es el de ‘mamá Charito’, una mujer de 78 años que semanalmente sale a la ciudad a pedir caridad, las personas que venden cerca de donde ella se ubica afirman que llega más los fines de semana.
La mujer casi no habla y nadie sabe si tiene o no familia, incluso desconocen si ese es su nombre, pues según indicaron la forma en la que la llaman es por cariño, pues la conocen desde hace varios años.
Otro caso similar es el de Rosa Toapanta, una adulta mayor de 68 años, quien según indicó Alfredo Sigcha, hijo mayor de la mujer, sale a mendigar a pesar de que le piden que no lo haga.
“Tiene un problema en la cabeza y por más que le cuidamos hay ocasiones que se escapa, y le venimos a encontrar acá por el centro o a veces incluso se va a otros cantones”, comentó Sigcha.
Además indicó que pese a que en su casa tiene ropa para cambiarse, la mujer prefiere usar la misma que ya luce bastante desgastada.
Ayuda
Gabriela Rodríguez, directora de Desarrollo Social del Municipio de Ambato, explicó que están realizando acercamientos con el Obispo de la ciudad y la Policía Nacional para buscar una solución a este tipo de problemas.
Pues de acuerdo al seguimiento que dijo que realizaron durante varios domingos, en las diferentes iglesias se la ciudad lograron identificar alrededor de 15 personas que permanecen en esta situación.
“Si se les encuentra en mendicidad se les traslada al Centro Integral del Adulto Mayor, donde esperamos que posteriormente puedan nuevamente integrarse con sus familias”, dijo.
La funcionaria además indicó que en varias ocasiones trasladan a las personas a los centros de acogida, pero después los vuelven a observan en las zonas públicas, por ello dijo que están realizando un proyecto con el fin de buscar soluciones a este problema.
“Es importante que los familiares también cuiden de los adultos mayores porque el abandonarles es un delito que está penado”, expresó Rodríguez. (MR)