Niños y adolescentes más violentos tras el confinamiento

La irritabilidad es el síntoma más fuerte en estos casos.
Situación. La irritabilidad es el síntoma más fuerte en estos casos.

El confinamiento y la educación virtual en solitario que se adoptaron como parte de las medidas para enfrentar la pandemia provocada por el COVID-19, han incrementado los rasgos de agresividad y conflictos entre los niños y adolescentes.

Así lo demostraron en el retorno a clases presenciales, cuando en diferentes instituciones educativas se han registrado conflictos y peleas entre los estudiantes, además, de que los padres de familia indican que esta situación se da también en casa.

Expertos aseguran que estas son reacciones que los estudiantes experimentan luego de casi dos años de encierro y restricciones, pero sobre todo debido a falta de acompañamiento.

 

Casos

El retorno presencial a las aulas de clase significó un importante suceso para la mayoría de estudiantes de escuelas y colegios.

El volver a compartir con personas de su misma edad, intercambiar ideas o el simple hecho de contar con alguien para dialogar fue positivo.

No así para Javier, nombre protegido, quien fue parte de una pelea que pactaron los estudiantes a las afueras de una institución educativa.

A esa riña acudieron varios compañeros quienes también se involucraron en estas riñas, que son muestras de violencia y en las cuales varios adolescentes resultaron con heridas leves.

Este no fue un caso aislado, pues desde diferentes sectores de la provincia se indicó el crecimiento de este fenómeno.

 

Aprende a manejar tus emociones

  1. Reconoce tus emociones y acéptalas.
  2. Enfócate en lo positivo.
  3. Aprende a relajarte.
  4. Concéntrate en el presente.
  5. Conversa sobre tus emociones
  6. Haz ejercicio.

 

Análisis

Vinicio Aldaz, de la Corporación para la Calidad en la Educación (Corpeducar), aseguró que lamentablemente los niños y adolescentes son quienes más afectación han tenido por los dos años de encierro, confinamiento y restricciones.

Según el experto, esto se debe básicamente a que no contaban con el contacto con sus pares o con sus iguales, lo cual impidió el desarrollo psicológico y social que es esencial para la vida cotidiana.

“Ellos se perdieron un sinnúmero de experiencias que se podían desarrollar sin pandemia, así por ejemplo un adolescente tiene su amigo íntimo con quien comparte, grita, practica actividades y no lo pudo hacer”, comentó.

Esto ha provocado que los niños y adolescentes en las aulas de clase presenten cuadros de irritabilidad, estrés y conflicto, además de un retroceso en el aprendizaje de al menos dos años.

Para el psicólogo familiar, Óscar Pérez, en realidad las consecuencias de la educación virtual y el encierro de niños y adolescentes se evidencian, pues se ha perdido la empatía y la forma adecuada de relación entre compañeros.

Por ello sienten esa necesidad de mostrar sus frustraciones en forma de agresión o irritabilidad tanto en el contexto escolar como en sus hogares.

A decir del Psicólogo, los estudiantes no logran manejar este tipo de conflictos internos que se presentan, así como también los cambios bruscos y la adaptabilidad.

Según explicó, por ejemplo fue un cambio drástico de una normalidad a un confinamiento ya dejó reacciones, pero en este encierro se acumularon temores, miedo al contagio, frustración e incluso la perdida de familiares y amigos en algunos casos.

Luego en la educación virtual a más de enfrentarse a una baja conectividad, los niños y adolescentes tuvieron problemas para aprender a través de una pantalla, sin dejar de lado que la falta de disciplina, horarios definidos y más aspectos impedían su desarrollo.

“Y hoy al regresar a las aulas sienten un nuevo cambio, tienen que enfrentarse a una nueva etapa de adaptabilidad”, dijo al asegurar que en imprescindible la contención emocional y el trabajo de acompañamiento que se pueda hacer desde casa y en las instituciones educativas.

 

EL DATO
Según el Informe Estado Mundial de la Infancia de 2021 de la Unicef,  
uno de cada siete adolescentes en el mundo entre los 10 y los 19 años 
(el 13 %) tiene un trastorno mental diagnosticado. 

 

Autoridades

Paulina Salazar, directora Distrital de Educación, manifestó que a través de docentes y los departamentos de consejería estudiantil se han registrado estos casos.

Por ello se ha planificado rutas y protocolos de detección de violencia o situaciones de riesgo de los estudiantes, así como también un trabajo preventivo.

“Se está trabajando en contención emocional con los equipos DECE, así como también con un trabajo interinstitucional con Ministerio de Salud, MIES, entre otros para dar el acompañamiento necesario a los estudiantes”, dijo. (FCT)

 

Lidiar con adolescentes

La pediatra Lucía Galán, miembro del Consejo Asesor de Unicef, invita a la calma, la reflexión y la escucha, y especialmente a trabajar el difícil arte de la comunicación.

«A medida que crecen la comunicación con nuestros hijos irá disminuyendo, y es completamente normal que cuando son adolescentes busquen refugio en la soledad de su habitación y en la complicidad de sus amigos».

Y añade que “nuestros hijos adolescentes necesitan aislarse, pasar más tiempo en su habitación a solas en búsqueda de respuestas que solo ellos han de encontrar».

Galán invita a no perder esas ventanas de oportunidad que nos conceden, como, por ejemplo, al salir del colegio y llegan a casa a almorzar «y parece que les han dado cuerda, hablan y devoran a partes iguales».

O cuando al recogerlos del entrenamiento, y debido a las endorfinas liberadas por el ejercicio, sus hijos sueltan la lengua y no hay quien los calle.

Cuando eso ocurra, aconseja, no juzgar, criticar o interrogar, porque automáticamente el adolescente se sentirá atacado y cerrará la boca. Tal vez incluso renuncie a volver a intentar contar algo. (EFE SALUD)