Martha Lara tiene un negocio en la calle Cuenca y Montalvo, con detergente y escoba en mano dice que procura eliminar el mal olor que queda a causa de que los hombres usan el espacio como baño público.
“Esto se daba solo en las noches de los fines de semana, sin embargo, en la actualidad lo hacen a cualquier hora del día y dejan las veredas en total desastre”, dijo Lara.
Para Polet Grijalva, ni las casas patrimoniales, ni iglesias se salvan, porque los hombres se orinan a vista y paciencia de quienes circulan por estos sectores.
“Esta casa patrimonial la remodelaron el año pasado y las personas se ensucian sin importar la mala imagen que dan”, recalcó Grijalva.
Según las dos mujeres, ahora lo único que pueden hacer es limpiar porque no saben dónde denunciar estos hechos y desconocían que habían multas por hacerlo.
Una ordenanza que queda en papeles
Desde el 2020 en Ambato existe una ordenanza que sanciona con multas de 120 dólares la primera vez y con 240 dólares a las personas que reincidan en realizar sus necesidades biológicas en las calles, avenidas y edificios históricos.
Dichas sanciones están contempladas en el artículo 16 , numeral 4 de la ordenanza de regulación en el uso de los bienes públicos. Aquí se detalla lo siguiente: “Queda terminantemente prohibido realizar las necesidades biológicas en espacios públicos, quienes incumplan serán sancionados la primera vez con el 20% del sueldo básico unificado y si es reincidente de 60%”.
Pese a que la ordenanza es clara no existen personas que hayan sido sancionadas. Esto fue confirmado por Alex Sánchez, jefe de Sistema Integrado del Municipio de Ambato.
Fernando Torres, director de Control y Orden de la Municipalidad, sancionar es complicado debido a que la persona debe ser hallada en flagrancia para hacer cumplir la ley.
Sin embargo, si se diera el caso de que una persona sea sorprendida será llamada la atención de manera verbal y se le notificará sobre lo que implica haber cometido dicha falta, dijo Torres.
EL DATO Las superficies donde se concentra la orina se llenan por gérmenes ybacterias multirresistentes (escherichia coli).
El impacto en la salubridad y ambiental
Para Verónica Espín, médico general, orinar en la calle va más allá de la falta de educación debido al impacto sanitario que provoca la orina impregnada en espacios sólidos.
“Las superficies donde se concentra la orina se llenan por gérmenes y bacterias multirresistentes (escherichia coli)”, aclaró Espín.
Según la experta, en los lugares públicos que se vuelven urinarios se desarrollan microbios como el estafilococo. Este tipo de malas prácticas tiene impacto ambiental y altera el equilibrio, finalizó Espín.
Mientras que Andrea Moya, ingeniera ambiental, dijo que el impacto en el ambiente puede trascender debido a los olores y los desechos que contiene la orina por el ácido úrico, sales y amonio que pueden llegar a cuerpos de agua generando la contaminación directa. (CNS)