Mujeres violentadas prefieren no quedarse en centros de asistencia

Las personas que ingresan a este lugar deben cumplir con varios requisitos para su estancia, lo que no termina de convencer a las mujeres.
SITUACIÓN. Las personas que ingresan a este lugar deben cumplir con varios requisitos para su estancia, lo que no termina de convencer a las mujeres.

A pesar de que Mercedes (nombre protegido), pudo permanecer en el Centro Asistencial ‘Jesús de Nazareth’, que acoge a personas en estado de vulnerabilidad, decidió salir del lugar.

Su preocupación era cómo iba a sostener a sus dos hijos luego de quedarse sin su marido, quien era el que corría con los gastos de la casa.

Cuenta que decidió separarse porque su conviviente la golpeaba, así llegó hasta el centro asistencial y en el lugar aprendió manualidades y otras cosas para mejorar su situación física y emocional.

En el lugar convivía con otras personas que no eran su familia, por lo que no soportó mucho tiempo en este espacio y decidió volver a su casa.

Esta realidad se repite en Narciza, trabajadora sexual, que dijo estar agradecida de que les quieran enseñar alternativas para emprender, pero lo que necesitaba era dinero para mantener a sus hijos y por eso desistió de la idea de seguir en el centro asistencial.

EL DATO
Un solo centro de asistencia para personas 
violentadas o en peligro asisten en Tungurahua.

 

No hay asistencia integral

María José Vela, técnica de Desarrollo Social del Municipio de Ambato, dio a conocer que dentro de las competencias el Centro Asistencial ‘Jesús de Nazareth’ recepta personas en riesgo a las que se les asiste con hospedaje, de hasta seis meses, de acuerdo al caso de vulnerabilidad de cada mujer.

Se les brinda comida, talleres de emprendimiento y hasta asistencia psicológica, todo esto en un trabajo articulado con entidades de labor social privadas, así como los ministerios de Salud e Inclusión Económica y Social.

Según Vela, se propende al trabajo mancomunado debido a que la capacidad del Municipio de Ambato, tanto en infraestructura como en lo económico, no permite sostener una casa de acogida para mujeres violentadas.

Agrega que este es un trabajo más extenso y demanda mayores recursos para que el trabajo sea integral tanto en lo emocional, psicológico, familiar y laboral.

CIFRAS: 
- 15 CUPOS tiene el centro asistencial municipal en Ambato
- 3 y 6 MESES es el tiempo que se quedan las personas en el centro asistencial

 

Poca aceptación

La funcionaria aclaró que, para ingresar al espacio, deben cumplirse varios requisitos como hacerse una prueba PCR, cumplir horarios de ingreso, colaborar en varias actividades de convivencia.

Sin embargo, esto no es aceptado por todas las mujeres que llegan al lugar, pues las normas con las que se trabaja no las convence y deciden abandonar el centro asistencial.

Para Ana Cristina Arcos, técnica del Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional, estos centros al no ser parte del área estatal “no se les puede retener a las personas, ni darles algo más de lo que está dentro de las competencias”.

En estos espacios no existe el acompañamiento adecuado, por eso se firmó un convenio para la creación de una ‘zona violeta’ entre el Gobierno y el Municipio para tener un espacio integral, sin embargo, no se conoce cuando entre en ejecución.

LA AYUDA  EN EL CENTRO
  • Comida
  • Pernoctación
  • Talleres de manualidades
  • Ayuda sicológica

 

Opinión

Frente a este tipo de asistencia, el psicólogo Alex Guerra, dice que hace falta un modelo integral de atención para la mujer víctima de la violencia y su familia.

La creación de estos centros ofrece una ayuda casi inmediata, pero no es la garantía para que una mujer quiera romper el vínculo con su agresor.

“El trabajo es mucho más extenso y abarca otros parámetros más profundos y estudiados como proporcionar a las víctimas atención médica, psicológica y jurídica, de manera integral gratuita y expedita”, finalizó Guerra. (CNS)

 

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