Mujeres impulsan el emprendimiento en Tungurahua

Las mujeres se han asociado o han emprendido desde su propia iniciativa su independencia económica.
INICIATIVA. Las mujeres se han asociado o han emprendido desde su propia iniciativa su independencia económica.

Comida, cosmetología, repostería, artesanías, asesorías y otros oficios, son la carta de presentación de miles de mujeres que buscan su independencia económica.

Esa es una realidad en Tungurahua, pues, aunque no existe un catastro real sobre cuántas mujeres emprendieron a partir de la pandemia, según Iván Izurieta presidente de la Cámara de Emprendedores de la provincia, sobrepasarían las 3 mil mujeres emprendedoras.

 

Testimonios

Irma Moreno hace parte de la lista de testimonios sobre mujeres que decidieron emprender, ya sea por falta de un empleo fijo o porque necesitan generar una economía independiente para sostenerse y a sus hijos.

A sus 62 años y luego de trabajar en la especialidad de geriatría y quedarse sin empleo, a causa de la pandemia, decidió emprender.

Para ella no fue fácil salir a realizar actividades como ir de feria en feria, vender en oficinas y ver si el producto que oferta (frutos secos) tendría la aceptación de las personas y le genere recursos económicos.

 

TOME NOTA
Según el INEC, en 2019, las mujeres ocupan más plazas 
de trabajo en actividades de alojamiento y comida, 
enseñanza, salud y asuntos domésticos con el 94% mientras
que los hombres alcanza solo el 4.6%

 

Ella es madre de familia y, mientras su esposo sale a su trabajo, espera la invitación para participar en ferias para vender su mercadería, no importa el día o la época, ese es su negocio y no lo puede descuidar, dijo.

Carmen Chadan, presidente de una asociación de mujeres emprendedoras, vende productos derivados de la uvilla.

Ella mantiene a sus hijos y cuenta que en el grupo que preside hay mujeres que inclusive vivieron violencia intrafamiliar y ahora buscan generar ingresos de manera independiente para salir de las garras de la violencia.

Grecia Villacrés es líder de la Asociación de Productores de Cuero de Quisapincha y asegura que, del total de agremiados, el 98% son mujeres y el 2% hombres.

Añade que desde la pandemia la iniciativa de las mujeres tomó fuerza porque muchas deben mantener a sus familias.

Para Mayte Benavides, presidente de Manos Emprendedoras, asociación que se formó en 2020 agrupa a más de 100 mujeres, en su mayoría madres de familia, que participan de múltiples ferias que se dan luego de gestionar con autoridades provinciales y locales para tener un subempleo.

 

EL DATO
Según el Ministerio del Trabajo entre 2020 y 2021, 3.3 millones 
de mujeres son parte de la población económicamente activa, 
de estas el 21.8 % de las mujeres está en el subempleo.

Las cifras

Según Cecilia Chacón, exsecretaria de Derechos Humanos y docente investigadora, dice que la pandemia fue el punto de partida para demostrar cómo se desenvuelve la mujer en medio de momentos duros, donde los primeros puestos de trabajo que decayeron fueron los que servían de fuente para este grupo etario.

De acuerdo a datos obtenidos en un estudio sobre ‘Economía Violeta’, la mujer ocupa el primer lugar en el sistema productivo.

Así sostuvo que en el área de educación la mujer ocupa el 80% y en salud el 60%, de acuerdo a las estadísticas de estas carteras de Estado.

Chacón dice que inclusive ocupan espacios en la metalurgia, textiles, agroproductivo, artesanal y manufacturero, donde del 100% de la mano de obra el 70% es de mujer.

Inclusive el Ministerio de Economía Popular y Solidaria ha detectado el crecimiento de los emprendimientos dominados por mujeres, donde de cada 100 mujeres emprendedoras, al menos, 29 son jefas de hogar y únicas proveedoras de la casa.

El 95.4% de las mujeres generaron entre 2020 y 2021 actividades económicas en el alojamiento, enseñanza, salud, entre otros y apenas el 4.6 % de hombres generó este tipo de economía. (CNS)

 

TOME NOTA 
De cada 100 mujeres emprendedoras, al menos, 29 son 
jefas de hogar y únicas proveedoras de la casa.

 

Análisis

La exsecretaria de Derechos Humanos y docente investigadora, Cecilia Chacón sostiene que esto evidencia que las mujeres no quieren que les regalen dinero o bonos, sino que piden espacios para generar más recursos y así cubrir necesidades no solo de alimento, salud y educación sino acceder a servicios como el internet que beneficia a sus hijos y a su propia preparación.

En la investigación se habla sobre la violencia intrafamiliar y el riesgo de muerte al que estaban expuestas las mujeres que perdieron sus empleos, pues en muchos casos eran sometidas a malos tratos de sus parejas al no aportar al hogar.

Esto las obligó a buscar su propia economía con emprendimientos.

Con estos antecedentes se formó la Red de Economía Violeta que intenta empoderar a las mujeres para el mantenimiento y sostenibilidad de sus emprendimientos, pero acompañados de la ayuda que reduzca la violencia no solo de ella sino de los demás miembros de su familia.