Luis Alfonso Sánchez lleva más de 50 años retratando la ciudad

Don Luis Alfonso Sánchez le agradece a la fotografía el poder conocer el encanto de Ambato y su gente.
Cariño. Don Luis Alfonso Sánchez le agradece a la fotografía el poder conocer el encanto de Ambato y su gente.

Como la ‘Tierra de flores’, así se conoce a Ambato dentro y fuera de los linderos patrios, en medio de esas flores y su cotidianidad se esconden historias, leyendas y rostros que le dan vida a la ciudad.

Entre su gente se dice que alguien no visitó a Ambato si no comió pan de Pinllo, los helados de la Catedral, los cuyes de Ficoa, pero tampoco creció en ella si no fue fotografiado por Don Taburete, el señor Sánchez o don Luchito.

Si, don Luis Alfonso Sánchez de Foto Centro, es uno de los personajes íconos de la ciudad a quien un cámara y ser macareño hasta que el cielo deje de ser celeste, lo han caracterizado.

Bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, matrimonios, juegos colegiales, graduaciones, desfiles de Independencia, actividades de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), entre otros son los eventos en los que don Luis conoció a sus clientes que lo recuerdan con cariño.

 

La fotografía me ha dado la oportunidad de vivir de primera mano l

Don Luis Alfonso Sánchez

 

Su historia

Sentado en su modesto mueble café, en una de las tradicionales viviendas de la avenida 13 de Abril, don Luis, con dificultad cruza su pierna derecha y recuerda que a los 14 años empezó como aprendiz de fotógrafo, tarjetero.

Era ayudante de otro personaje de la fotografía ambateña, don Segundo López (ya fallecido), quien sin ningún tipo de recelo o egoísmo se tomó el tiempo y la dedicación de enseñarle.

“Yo no tengo más que gratitud hacia mi Segundito, que en paz descanse. Él siempre fue muy bueno y debo agradecerle porque creyó que yo sí podía ser capaz de hacer este hermoso oficio, la fotografía”, cuenta don Luis.

 

 

El cambio del rollo a cámaras digitales fue difícil, pero cuando se quiere aprender nada es imposible”.

Don Luis Alfonso Sánchez

 

Una nostálgica sonrisa se posa en su rostro cuando habla de los tiempos en los que, en el estudio de Foto Visión, en sus inicios ubicado en el sector de la Medalla Milagrosa, se pasaba días enteros retocando negativos y revelando retratos en blanco y negro.

“El trabajo era duro, pero luego escuchar a la gente decir gracias por lo lindas que habían quedado en sus fotos, hacía que el trabajo valga la pena”, dice el señor Sánchez.

 

EL DATO
Para ayudar a don Luis Alfonso Sánchez de Foto Centro pueden 
contactarse a su número telefónico 09 87 76 85 73 o también 
a los números de Diario La Hora 09 97 27 23 64 - 032 42 17 30.

 

Con el pasar del tiempo y por las especificaciones impuestas por la Asociación de Fotógrafos de Ambato, se separó de su mentor y empezó a trabajar como independiente.

Su primer estudio fue en la calle Bolívar entre Montalvo y Mera frente a la Catedral. Ahí empezó a hacerse un nombre y se dedicó a ser fotógrafo de calle y eventos, pues para el señor Sánchez el contacto con la gente lo ha llenado de vitalidad y energía para enfrentarse a todo lo que le ha puesto enfrente la vida.

 

 

A pesar de todo el dolor y la angustia emocional que he sentido en estos últimos tiempos, agravados en el último año, solo puedo agradecerle a mi Dios porque su mano de amor se ha mostrado en mi vida”.

Don Luis Alfonso Sánchez

 

Al cabo de unos cinco o seis años don Luis cambió su estudio, Foto Centro, y se trasladó hasta un local modesto en la Montalvo y Juan Benigno Vela, en donde trabajó por más de 46 años.

En su memoria están latentes los trabajos que hizo para las candidatas a Reina de Ambato, su paseo por la FFF ha sido muy gratificante, pues vivió de primera mano, lo que para él es, una de las mejores celebraciones que puede haber en el Ecuador.

Para don Luis también es muy bonito que, hasta ahora, haya personas que se acercan a él y le dicen “se acuerda de mí, usted me tomó las fotos de ese día”, pues “por la gracia de mi Dios siempre hice un trabajo honrado y eso me ha permitido ganarme el aprecio de mis clientes y de la ciudad”.

 

TOME NOTA
Este 28 de mayo, don Luis Alfonso Sánchez cumple 72 años.

Una época dura

Pero no todo ha sido ‘color de rosa’ y en todos sus años como fotógrafo siempre enfrentó inconvenientes y crisis, pero ninguna como la provocada por la pandemia a causa del COVID-19.

“Esto fue devastador, nunca me imaginé que íbamos a pasar por algo así y que iba a tener que cerrar mi estudio aun con fuerzas en las manos y el alma para trabajar”, añade con la voz entrecortada el señor Sánchez.

Con el confinamiento, las clases virtuales y la suspensión de todos los eventos lo dejaron sin trabajo.

Con 70 años y un oficio de toda una vida, se le ha hecho difícil mantener la tranquilidad económica, mental y emocional con la que siempre ha contado.

Con el relajamiento de las medidas restrictivas, don Luis esperaba poder volver a salir a trabajar, sin embargo, un problema médico ‘tocó’ con fuerza su vida y desde hace un año ha tenido que valerse de la familia y de las amistades para poder someterse a dos operaciones que le permitan seguir viviendo.

El dolor físico que ahora lo aqueja, y que hace que sus dinámicos pies ahora vayan pausados en su caminar, se agudiza con la necesidad de conseguir los recursos para comprar medicamentos.

El tiempo ha sido tan cruel que, en tiempos de necesidad, tuvo que vender sus dos únicas cámaras digitales, que le servían para trabajar.

“Eso fue muy duro, pero mi salud era primero y tuve que venderlas y ahora no tengo cómo salir a trabajar y eso me consume, pues con más de 50 años de dedicarme a mi profesión, ahora pasar entre las paredes de mi casa me hace pasar con demasiada lentitud y necesidades mis días”, dice con la mirada apagada y brillosa por las lágrimas que se resisten a salir como una forma de alivianar el dolor que siente en el alma.

Con las manos levantadas al cielo agradece el apoyo recibido por su familia y con recelo pide a Dios que su sobrina y hermana, que son las que más miran por su bienestar, no se cansen de seguir tendiéndole la mano en este momento de crisis.

“Yo solo puedo agradecerle a mi Dios y la Virgen Santísima porque por su gracia estoy aquí y voy a mantenerme en la lucha hasta que ellos dispongan mi tiempo de descanso”, dice con un largo suspiro el señor Sánchez.

Para finalizar comenta que su único anhelo es poder seguir trabajando, para no ser una carga para nadie y espera que las manos caritativas continúen golpeando su puerta para que este deseo pueda cumplirse. (NVP)

 

Don Taburete, de dónde sale

En su juventud, como todos los hombres ecuatorianos, don Luis Alfonso Sánchez pasó por el Ejército Nacional.

Como todo conscripto aguantó ‘teque’ y uno de sus superiores desesperado por su desempeño un día molesto comentó “ya no sé qué hacer con este recluta taburete”.

Eso fue conocido por amigos y conocidos quienes también empezaron a llamarlo así y con el tiempo ese fue el nombre con el que se lo conoció en la ciudad.