‘Loverboy’, una nueva forma de captar mujeres

REALIDAD. Esta modalidad es parte de los delitos informáticos donde la víctima es analizada previamente por sus redes sociales.

La trata de personas es un delito que se comete a través de varias modalidades, una de ellas es el ‘Loverboy’, donde un hombre usa su popularidad para atraer a mujeres y luego extorsionarlas.

Este delito se comete en todo el mundo y Ambato no es la excepción.

 

Testimonio

Clara (nombre protegido) estudiante universitaria que calló por seis meses lo que le estaba pasando.

Ella conoció en una fiesta a un hombre educado, formal, popular, solvente, porque la invitaba a sitios lujosos, que de a poco se ganó su confianza y simpatía.

Mostraba actos de caballerosidad en todo momento hasta que empezaron a salir, pero un día todo eso acabó ella fue alcoholizada para que, luego el hombre que parecía la pareja ideal, le mostró un collage de fotos que le habría hecho sin que ella lo recordara.

Este material fue la herramienta que el ‘loverboy’ utilizaría para amenazarla si no cedía a estar con sus amigos (cliente).

El sujeto amenazó con mostrar las fotos en la universidad, a sus familiares y entorno social sino accedía, meses después que ella hizo lo que le pidió, el sujeto desapareció.

 

El DATO
Según el Ministerio del Interior por cada 
denuncia de este tipo 20 no son notificadas.

 

Activismo

Esta historia fue conocida por el movimiento internacional A 21 a través de su vocera en Ambato, Daniela García, que busca concienciar, alertar y terminar con este tipo de delitos que poco se denuncian, pero, todos conocen dijo.

García manifestó que la intensión es que todas las familias, sobre todo las de mayor vulnerabilidad, ya sea social, económica y psicológica conozcan lo que implica la trata de personas donde se ponen no solo en riesgo a las mujeres, sino a los niños y adolescentes.

“Nuestro movimiento busca llegar a sectores donde las personas con diferentes necesidades conozcan a lo que están expuestos los miembros de sus familias y donde mujeres y niños son el ‘blanco’ para que se cometan este tipo de delitos”, aclaró García.

 

EL DATO
El Ministerio del Interior asegura que el 83% de las víctimas de 
este tipo de trata son mujeres menores de edad y jóvenes adultas.

 

Forma de captación

Esta modalidad de trata de personas, específicamente comienza en las redes sociales donde mujeres entre 18 y 35 años son las principales víctimas, así lo manifestó Juan Carrera, experto en ciberdefensa y ciberinteligencia.

El especialista manifestó que las mafias ubican a sus víctimas previo un análisis, que les lleva determinado tiempo, para saber en qué grado de vulnerabilidad está la que podría servirles para su fin delictivo.

Carrera dice que este delito es muy común gracias a la facilidad de acceder a toda la información que la misma persona brinda, no solo en sus fotos, sino en la forma de vivir, el estado de ánimo en el que se encuentra, los lugares, que frecuenta, el entorno social en el que se desarrolla.

Una vez captados estos datos, llega el encuentro por ‘coincidencia’, entablar una amistad, para luego convertirse en el salvador de su situación para forzarla a hacer actividades que, en su mayoría, están dirigidas a algún tipo de trabajo sexual.

Otra situación que aclara Carrera es que nunca es una sola persona la que está detrás de estos delitos, sino que es una red nacional o internacional la que busca mujeres que en su mayoría se encuentran en extrema pobreza.

 

TOME NOTA
Para denunciar este tipo de delitos se puede llamar 
a la línea de 1800 DELITO (335486) o al 911.

 

Pocos casos denunciados

En diciembre de 2019, el Ministerio de Gobierno lanzó el Plan de Acción Contra la Trata de Personas. El documento mostró en el sistema estadístico de esta problemática, debido a que en su mayoría no se denuncian.

Para el penalista Hernán Rivera, la modalidad del ‘loverboy’ es una actividad que, aunque es conocida, ha existido desde siempre porque se da no solo en las redes sociales sino en el entorno familiar y social con un fin de explotación social.

“El delincuente usa la manipulación emocional y la explota sexualmente, de manera aparentemente consensuada, pero no es así, es un delito enmarcado en la trata de blancas y está dentro del artículo 100 de la Constitución que habla sobre la explotación sexual”, aclaró Rivera.

El Código Orgánico Integral (COIP) también plantea, en el artículo 101, que la persona que exija, imponga, promueva induzca a otra persona a contener actos sexuales será sancionada con una pena de 13 a 16 años en diferentes situaciones, enfatizó el especialista.

Entre sus recomendaciones, Rivera sugiere que en cuanto empiece a sentirse obligada, ya sea a enviar fotos u otro tipo de situaciones que la pongan en riesgo lo notifique inmediatamente para estar prevenida.

 

Punto de quiebre

Para el psicólogo Alex Guerra, más allá de las miles de recomendaciones que se hacen y poco receptan, sobre todo las jóvenes, ante la buena o mala utilización de la tecnología la clave está en cuidar de su salud emocional.

Esto debido a que las personas de mayor vulnerabilidad ya sea por la falta de figura materna o paterna, son las más propensas a creer que un extraño llegará en dos días a darle amor.

“Muchas veces, estas personas, en su mayoría adolescentes creen sentirse incapaces de merecer un buen trato y llegan al punto de creer que son las elegidas por el encantador, lo que las hace presas fáciles de la manipulación”, dijo Guerra.

Es importante que los padres de familia, núcleo cercano y las autoridades insistan en la concienciación de este tipo de realidades, pues en muchas ocasiones prefieren no ver, oír o hacer algo cuando notan peligro en ciertos comportamientos de las jóvenes y creen que es propio de la edad, recalcó el profesional. (CNS)

 

 

Recomendaciones

  • No compartir fotos privadas.
  • No informar de la situación emocional, económica o ubicación a través de las diferentes redes sociales.
  • Conversar con una persona de confianza sobre actos fuera de lo común que pida o haga un amigo o novio si se siente incómoda.
  • Alertar a las autoridades si se siente amenazada u obligada a hacer cosas que dañen su integridad.