Los que no somos ‘VIP’

Rocío Silva

Vemos absortos como la descomposición institucional se ha institucionalizado y normalizado, pervive algo en nosotros, que hace que todavía nos resistamos a pensar que todo es transable: recursos de habeas corpus, testaferrismo, captadoras ilegales de dinero, cúpulas complicadas de generales y policías, pasos en retroceso del sistema de justicia y el propio Ejecutivo, acuerdos a media noche. El discurso forzado del presidente Lasso, dejaba entrever la orfandad de estrategia política en la que está cayendo, y lo qué es peor, la nube triunfalista y amenazante de un correísmo que, por lo visto, no está roto el espinazo.

No podemos entender la fatuidad en extremo manifiesta en las alocuciones retóricas de Fausto Murillo, presidente del Consejo de la Judicatura, y de Iván Saquicela, presidente de la Corte Nacional, pocas veces se ha visto un recorrido tan inoficioso en los medios de comunicación para decir nada, mucho menos para hacer algo. En ninguna de nuestras cabezas cabe, como la decisión de un juez parroquiano, ante la solicitud llena de inconsistencias de una militante, no haya podido ser cuestionada por funcionarios del SNAI, quienes optaron mejor por un lavado de manos colectiva de todos los responsables directos o indirectos, se cobijaron en justificaciones sin evidencias, en el agachar la mirada y a todo decir que sí, de forma tal, que se construyeron sin mucho aspaviento al Glas-héroe, al Glas-ícono del sufrimiento, con procesión propia a partir de narrativas truculentas que intentan trastocar la historia de despilfarro, robos, delitos y abusos del poder.

Los que no somos VIP (Very Important Person), quienes trabajamos y no vivimos al margen de la Ley, tendremos que esperar años y años para que a un proceso judicial se determine fecha de audiencia y cuando la misma llega, volveremos a esperar años y años a que se fije una nueva fecha, porque de último rato la jueza renunció o se jubiló; así también tendremos que esperar meses y meses hasta obtener un turno en el IESS, y no tendremos acceso a las medicinas; posiblemente porque el VIP Glas reciba en su celda, mientras estudia on-line su maestría, medicamentos importados costosos.