Los grillos, un potencial alimento contra la anemia

Avance. Las estudiantes Alexa Castañeda (d) y Esther Rivera fueron registradas al servir una bebida a base de grillos, en Lima. (EFE)

Lima (EFE) · Pese a estar lejos de ser considerados un suculento manjar como en algunas culturas gastronómicas de Asia, el consumo de grillos en Perú se abre a nuevos horizontes, pues este sonoro insecto nocturno puede volverse una solución para combatir la anemia, que afecta a 4 de cada 10 niños menores de 3 años.

Así lo plantean tres jóvenes estudiantes de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), que han ideado un polvo hecho a base de harina de grillo (acheta domesticus) para solventar la anemia en los niños, ya que este mal deja en los primeros 3 años de vida secuelas irreversibles en el desarrollo cognitivo.

«La harina de grillo contiene 22,91 miligramos de hierro por cada 100 gramos. Eso supera a la espinaca, de la que siempre se dice que contiene mucho hierro», asegura Alexa Castañeda, creadora, junto a sus compañeras Esther Rivera y Alison Garro, de este producto llamado ‘ChocoCrik’.

Mezclado con agua, esta solución sabe a cacao con toques de frutas ácidas como la maracuyá, la fresa o el camu-camu, elementos que han agregado a la harina de grillo para darle sabor, ya que el insecto procesado no sabe a nada.

«Estas frutas tienen alto contenido en vitamina C, que potencia el hierro porque permite que el organismo lo absorba mejor. Están ahí no solo para darle sabor, sino para que cada gramo de hierro funcione. Solo escogemos frutas que tengan alto rendimiento en vitamina C«, explica Rivera.

DATO 
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera a los insectos como el alimento del futuro.

Un reto nacional

Ante la persistencia de la alta incidencia de la anemia han surgido distintas iniciativas y soluciones desde las universidades para mejorar la alimentación infantil de los niños de Perú.

La más exitosa son de momento unas galletas llamadas Nutri Hierro, hechas a base de sangre de res e ideadas por Julio Garay, estudiante de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (Unsch), pero las creadoras de ‘ChocoCrik’ querían hacer algo diferente.

«Al hacer un polvo soluble al agua se puede adaptar en cualquier momento. Lo puedes tomar en el desayuno o en el almuerzo como un jugo y es mucho más adaptable que comerse una galleta», afirma Rivera.