La neurociencia, clave para entender cómo se aprende

Esta disciplina es un puente entre la neurología y las ciencias de la educación.

La neurociencia educativa permite conocer cómo funciona el cerebro humano en el proceso de aprendizaje, y así diseñar mejores métodos de enseñanza y políticas educativas, por ello, los docentes tienen cada vez más interés en esta disciplina.

La neurociencia ayuda a los docentes a entender cómo aprenden sus estudiantes.

Muestra, que la emoción juega un papel relevante en la adquisición de nuevos conocimientos, y que un nivel alto de estrés provoca un impacto negativo en el aprendizaje.

El estrés, la tristeza, la soledad o una mala condición física pueden perjudicar el buen funcionamiento del cerebro.

Confirma que las experiencias multisensoriales, los ejercicios,  el movimiento, la música, plástica, artes escénicas, ajedrez, teatro, transforman el cerebro y favorecen una experiencia más efectiva de aprendizaje.

Además que, la alimentación, la calidad del sueño, o el entorno socioeconómico y cultural, ejercen una gran influencia sobre la función cerebral.

La capacidad del cerebro para guardar información es ilimitada y flexible.

 

EL DATO
Entender cómo funciona el cerebro puede 
mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

 

¿Cómo mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje, según la eurociencia?

  • Provocando emociones y despertando la atención en el alumnado. Los estudios han demostrado que la emoción es el motor del aprendizaje.Por ello, los docentes deben emocionar a sus estudiantes en sus clases y despertar su atención y curiosidad que induzcan al aprendizaje. Por ejemplo, interrumpir la clase en pocos minutos con anécdotas emotivas, acertijos, materiales audiovisuales, juegos, curiosidades, preguntas motivadoras, etc.
  • Tomar en cuenta los intereses y necesidades del alumnado. Favoreciendo su autonomía en el aprendizaje. Que lo que está aprendiendo tenga sentido para cada uno, que ellos sean conscientes y lo reconozcan. Cada cerebro aprende a diferentes ritmos y con metodologías diferentes.
  • Crear climas emocionales positivos en los entornos educativos. Donde docentes y estudiantes asuman los errores de manera natural, cooperen entre ellos y participen en todo el proceso de aprendizaje. Fraccionar el tiempo dedicado a la clase en bloques con las respectivas pausas.
  • Activar el aprendizaje desde diferentes vías. Como  actividades artísticas, videos, juegos. El alumno mejora su memoria a largo plazo, incrementan las emociones y promueven el pensamiento creativo.
  • Convertir el aula en una pequeña comunidad de aprendizaje. El cerebro aprende de otros y con otros. Por ello es importante impulsar el trabajo cooperativo en clase.
  • Propiciar experiencias multisensoriales y en contacto con la naturaleza. Utilizar diferentes recursos en las clases para presentar la información de forma atractiva e interactiva favorece el aprendizaje, porque permiten que el alumno perciba el mundo a través de todos sus sentidos ayudan a que el aprendizaje sea mucho más significativo.