La inteligencia artificial incrementa los riesgos de desinfomación

PAPA IA
FALSO. Las imágenes falsas del papa Francisco creadas a través de inteligencia artificial fueron asumidas como reales por varios usarios de las redes sociales.

Imágenes con gran realismo, pero falsas, inundan las plataformas digitales, en especial en redes sociales, aumentando los riesgos de desinformación a escalas y velocidades nunca antes vista en la historia de la comunicación humana.

Se trata de una de las consecuencias más visibles y no deseadas del uso de nuevas herramientas de inteligencias artificiales ‘generativas’, capaces de generar imágenes y videos a partir de textos ingresados por los usuarios.

Riesgos

El potencial de desinformar con estas tecnologías se demostró, nuevamente, en días recientes con millones de visualizaciones en redes sociales con fotos creadas con el programa MidJourney, que muestran al expresidente estadounidense, Donald Trump, resistiéndose a ser arrestado por policías o al papa Francisco vestido con una chompa de estilo ‘urbano’ y caminando por las calles de Roma.

“Estaba bromeando, pensé que tal vez solo cinco personas los retuitearían”, explicó Eliot Higgings, creador de esta imagen falsa que muchos la dieron por cierta y otros la compartieron advirtiendo de que no parecen engañar a nadie.

En todo caso, Eliot Higgins, fundador de la plataforma de periodismo de investigación Bellingcat, sostuvo que para crear esa imagen se inspiró en las propias declaraciones públicas de Trump de que teme ser arrestado por comprar supuestamente el silencio de una actriz porno a la que presuntamente acosó.

Una semana después del revuelo que ocasionó la difusión de las antes mencionadas fotos falsas de Trump, el jueves 30 de marzo, The Washington Post, informó que el director ejecutivo de la empresa desarrolladora de MidJourney, David Holz, ha anunciado en los próximos días terminará el acceso gratuito a esta herramienta debido a “una demanda extraordinaria y a un abuso de juicio” por parte de los usuarios.

TOME NOTA
Una comunidad desinformada y con percepciones erradas acerca de un tema puede derivar 
problemáticas sociales y culturales como la intolerancia, la propagación de discursos 
de odio y la toma de decisiones sin información veraz.

¿Qué dicen los expertos? 

Tres expertos en comunicación contemporánea consultados por Ecuador Verifica sobre los riesgos de desinformación con estas herramientas para crear imágenes con gran realismo, pero falsas, advirtieron la necesidad de fomentar una actitud ciudadana crítica y, sobre todo, repensar la propia educación para ayudar a la gente a identificar nuevas formas de desinformación.

El coordinador de la maestría en Comunicación Estratégica e investigador del Observatorio de Comunicación de la Universidad Católica de Quito, Jorge Cruz, considera que los usos de las inteligencias artificiales obligan a aplicar un nuevo tipo de alfabetización que empiece desde los niños.

El objetivo educativo frente a la era de las inteligencias artificiales, a criterio del experto, es el enseñar a los niños cómo entablar contacto con sus nuevas herramientas considerando que pueden generar mucha información pero que no pueden tomar la decisión.

Esta tarea educativa, sostuvo, se asemeja a lo que experimentó el ser humano cuando aprendió a ver la televisión o a navegar por internet, indicó. Lo dijo luego de recordar que “sigue siendo humana” la tarea de evaluar las capacidades de las inteligencias artificiales de procesar información compleja y realizar funciones y tareas que anteriormente solo podían ser realizadas por seres humanos, explicó Cruz.

Marcelino García Sedano, profesor e investigador del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas de la Universidad San Francisco de Quito, considera como compleja a la pregunta que muchas personas se plantean sobre la posibilidad de utilizar las propias inteligencias artificiales para combatir la desinformación que se genera con el uso de sus nuevas herramientas ‘generativas’.

Esta complejidad, explicó, radica en dos factores. Por un lado, la gente tiene hábitos informativos que priorizan contenidos visuales y audiovisuales que se puedan consumir en poco tiempo. Y, por otro lado, es cuestión de tiempo para que las inteligencias artificiales superen las imperfecciones, no identificables a primera vista, de sus imágenes con gran realismo, pero falsas.

Además, comentó, que por ahora, las inteligencias artificiales no pueden decidir por sí solas si una noticia es falsa o no, pero sí podrían ayudar a determinar si un contenido es válido a partir de los resultados de los motores de búsqueda de coincidencias de dicha noticia en una mayoría de medios.

García, quien ha estudiado durante muchos años la relación entre las tecnologías y la sociedad, recalcó que no se debe olvidar que, las inteligencias artificiales son creadas por humanos, quienes las programan y en consecuencia pueden identificar y establecer límites de su actuación.

“La única manera de determinar si una imagen o una noticia es real es con información. Parece una tontería, una obviedad, una redundancia, pero una persona informada por medios confiables y constatados a lo largo del tiempo se va a dar cuenta que Trump no fue detenido o que el papa Francisco no se vistió como aparece en esa imagen”, agregó.

EL DATO
La inteligencia artificial (IA) es la base a partir de la cual se imitan los procesos de inteligencia 
humana mediante la creación y la aplicación de algoritmos creados en un entorno dinámico de computación. 
La IA consiste en intentar que los ordenadores piensen y actúen como los humanos.

Compromiso individual

El autor del libro ‘Dibujo y representación gráfica para diseñadores’ y director de la Escuela de Diseño Gráfico de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), Esteban Vallejo, calificó como impresionantes a las grandes mejoras en la generación de imágenes sintéticas a partir de los sistemas inteligencias artificiales, que cada vez hacen más difícil distinguir si son reales o no.

“La calidad de estas imágenes cada vez más van a ser mejor en un mundo donde la virtualidad superó a la misma realidad. Nuestra realidad se ha trasladado al mundo virtual”, recalcó sobre el impacto de las antes mencionadas capacidades de las inteligencias artificiales.

“Lo único que nos queda es un mayor compromiso como ciudadanos y como consumidores”, sostuvo. Y destaca la importancia de la gente de asumir una actitud crítica para verificar, contrastar y ver quiénes son los autores de contenidos que se comparten en redes sociales, en particular si son muy llamativos.

“No todos tienen el ojo clínico y técnico para discernir que eso fue una obra generada por un editor de inteligencia artificial, entonces no nos queda que el espectador deje ser mero espectador y deje de compartir por compartir y ser transmisor de historias fraudulentas”, acotó Vallejo.