El temor a ser agredidos, es más fuerte que la pandemia entre los comerciantes formales de dentro y los alrededores del mercado Modelo.
Incluidos los compradores, hablan de agresiones de las que han sido víctimas por personas que fungen como cuidadores de carros o vendedores informales, esto pese a la presencia de la Policía.
Es el secreto a voces que viven quienes tienen un negocio, venden o circulan por este centro de acopio y pese a las quejas de quienes por años tienen negocios en los lugares, aseguran que nadie hace nada.
3.000 informales se calcula que hay en Ambato.
Episodios de violencia
En los tres últimos meses, se registraron al menos dos agresiones físicas a los usuarios que han intentado parquear sus autos en el sitio, quienes también hablan del peligro que corren cuando no quieren cancelar por el espacio que ocupan.
Aunque esto lo conocen todos los que circulan por la zona, nadie se atreve a hablar por temor a represalias, pues ya han sido amenazados, inclusive se habla de ‘vacunas’ o pagos que los informales deben cancelar por ocupar la vereda.
Al menos un dólar cobrarían algunas personas a los informales para ocupar las veredas.
Esto se agravó con el regreso después del confinamiento, porque hay ‘dueños’ de las calles y veredas a los que hay que cancelarles el llamado ‘pago de piso’, dijo otra de las comerciantes que pidió no ser grabada porque eso le representa riesgo.
Un problema que repercute en la economía
Mauro C. tiene un local en el mercado y al igual que sus compañeros dijo que debido a las continuas situaciones de peligro e inseguridad se ha ahuyentado a la clientela, lo que ha bajado las ventas para los comerciantes formales.
Mauro dijo que han tenido que implementar estrategias como entregas a domicilio para no perder a la clientela, sin embargo, esto no le representa ni el costo de la mercadería ni la logística que debe usar.
Las ‘vacunas’ son dineros que bandas delictivas obligan a pagar a los comerciantes para ‘cuidarlos’ de la inseguridad.
Carlos Corrales, dirigente de los comerciantes, también insiste en que a pesar de la presencia policial dentro y fuera del centro de acopio, la informalidad y la inseguridad es un mal con el que deben lidiar los clientes y vendedores.
Corrales ve la situación complicada y espera que se tomen acciones con el comercio informal que es donde se pueden camuflar todo este tipo de contratiempos tanto para comerciantes como para compradores.
Proyecto de regeneración quedó archivado
Con el fin de erradicar estos problemas, los comerciantes presentaron un proyecto de regeneración al Municipio de Ambato y, pese a que se lo socializó con los diferentes departamentos municipales, este quedó archivado en Planificación donde les dijeron que lo analizarían, pero no se concretó nada.
Fernando Torres, director de Control y Orden manifestó que se trabaja articuladamente con las autoridades, pero asegura que el personal es insuficiente para controlar la informalidad.
Además, Torres fue enfático al recalcar que la parte de la seguridad le corresponde a la Policía.
Las autoridades
Al respecto de este inconveniente, el comandante de Policía de Tungurahua, Marco Muñoz, dijo que se hacen patrullajes constantes todos los días, además, en la zona existe una Unidad de Vigilancia Comunitaria.
La autoridad policial instó a la ciudadanía acercarse al lugar y denunciar estos hechos porque nadie puede cobrar por estar en la vía pública y menos ser amedrentado.
Añadió que mientras no exista una denuncia a las autoridades competentes no se puede actuar, ya que únicamente son rumores los que impondrían una percepción de inseguridad. (CNS)