La pandemia ha golpeado fuerte la producción local, entre ellas la del calzado.
Según los productores y comerciantes de calzado de Ambato, el panorama es crítico ya que si bien las actividades comerciales y la reactivación económica va tomando fuerza, en este sector no es así.
Más aún cuando tienen que lidiar con la informalidad y el contrabando que de a poco va creciendo en las calles de la ciudad.
Realidad
“Las cosas empeora año tras año. Nosotros vendemos más de 15 años y en ese tiempo no se hecho nada para proteger la producción local”, aseguró Marta Tenicota, productora de calzado.
Según la artesana, desde antes de la pandemia se tenía serios problemas por el contrabando de calzado que ingresaba de otros países, y este producto era vendido en las calles.
Pero ahora la situación es crítica debido a que más extranjeros llegan con mercadería.
“Vaya a ver en la calle Tomás Sevilla y las transversales, allí se ubican con zapatillas de todo precio, pues son de contrabando”, dijo.
El Dato En la calle Tomás Sevilla y sus transversales, desde la Cevallos en el centro de Ambato, se ubican los comerciantes informales de calzado.
Criterio similar es el que comparte Rocío Lema, productora de calzado, quien aseguró que los comerciantes llegan con zapatillas de Colombia o Perú que resultan más baratas porque venden en las calles sin pagar un local o impuestos.
“Mientras tanto nosotros tenemos que pagar todo tipo de impuestos, además, de que producir es muy caro porque los materiales suben de precio a diario”, comentó.
Paola Sánchez, comerciante del Centro Comercial Juan Cajas, manifestó que se sienten abandonados, puesto que día a día los ciudadanos dejan de visitar este sitio debido a que la informalidad y el contrabando siguen creciendo.
“No tenemos apoyo de las autoridades, los informales están en cada esquina”, dijo.
Autoridades
Fernando Torres, director de la Agencia de Orden y Control Ciudadano, manifestó que en efecto se ha evidenciado el incremento de comerciantes que llegan con mercadería no solo extranjera, sino que también existen comerciantes de otras provincias con calzado que buscan ubicarse en las calles, sin embargo, no se les permite.
“Los que logran ubicarse lo hacen cuando los agentes municipales no se encuentran o cuando existe aglomeración”, dijo.
A decir de la autoridad, el trabajo se ve limitado debido al reducido personal de agentes de control municipal, pero el trabajo se desarrolla frecuentemente y sobretodo en conjunto con las instituciones.
“Es también una corresponsabilidad ciudadana porque compramos más a los informales antes que a los negocios formales”, dijo. (FCT)