Importancia de la alimentación en el proceso de aprendizaje

Un buen desempeño académico debe ir de la mano de varios factores, entre ellos una buena alimentación.
Detalles. Un buen desempeño académico debe ir de la mano de varios factores, entre ellos una buena alimentación.

La alimentación juega un papel importante en el crecimiento y el aprendizaje de los niños. A través de los alimentos, los pequeños obtienen la energía que necesitan para que su cerebro se mantenga activo, y en las condiciones más óptimas, adquiriendo con una mayor facilidad todos los conocimientos que se aprenden en el cole cada día.

Según los expertos los niños que siguen una dieta equilibrada tienen mayor capacidad para hacer sus deberes escolares. Además, obtienen mejores notas, y cuentan con una participación mucho más activa en las actividades en clase.

La nutricionista Vanessa Flores, señala que los buenos hábitos de vida comienza desde el hogar, por lo que asegura que es en casa en donde se le debe inculcar a los niños una adecuada forma de comer.

Recalcó que existen etapas críticas durante las cuales el consumo de ciertos nutrientes, en las cantidades apropiadas, puede mejorar la capacidad del niño para aprender.

“Por ejemplo, el (DHA) que es un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie omega-3 es importante para el razonamiento mientras que el calcio y la vitamina D apoyan el desarrollo físico del niño”, Flores.

Señaló que cuando los padres toman en cuenta este tipo de detalles están ayudando a fortalecer las capacidades de aprendizaje integral de sus hijos.

 

EL DATO
El caldo de huesos de pollo es bueno para aumentar la concentración. 
Este es rico en minerales y proteínas de gran calidad, por lo tanto, 
se recomienda su consumo para obtener sus ventajas. Además, contiene 
colágeno y el funcionamiento de las articulaciones.

 

Nutrientes indispensables 

Grasas saludables: en forma de ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6, muy importantes para el desarrollo del cerebro en la etapa infantil. Los niños pueden obtenerlos a través de alimentos como el pescado azul, aceites, grasas saludables como el aguacate y los frutos secos.

Vitaminas del grupo B: que participan directamente en el correcto metabolismo de la energía. Disponibles en alimentos como los cereales integrales, el huevo y los lácteos.

Hierro: mineral que contribuye en el desarrollo cognitivo de los niños, evitando la aparición de cansancio. Lo encontrarás en carnes magras, pescados, huevo, y también en legumbres y verduras.

Magnesio: muy importante para la transmisión del impulso nervioso, así como para la liberación de energía, disminuyendo la fatiga. Los alimentos ricos en magnesio son las verduras de hoja verde, pero también cereales, lácteos, carne, pescados y mariscos.

Zinc: contribuye en la función cognitiva, el metabolismo energético, el sistema inmune y el crecimiento de los pequeños. Las fuentes de este mineral son muy variadas. Puedes encontrar alimentos ricos en zinc como los frutos secos, moluscos, carne magra y huevos.

Para finalizar la nutricionista señaló que una forma de hacer que los niños coman todos estos nutrientes es haciendo comidas variadas y divertidas. “No hay que obligar a los niños a comer, hay que enseñarles que si no lo hacen no van a poder crecer, aprender y jugar de manera adecuada”, finalizó.

 

TOME NOTA
Tipos de pescados azules Boquerón atún, 
bonito, salmón, sardina, caballa, trucha, etc.

 

Mejorar la concentración

  1. El aguacate, es rico en grasas monoinsaturadas, que ayudan a mejorar y a aumentar la concentración y la memoria. Puede ser una gran opción durante la época de exámenes.
  2. Salmón y sardinas, tienen altas concentraciones de omega 3, omega 6 y fósforo que ofrecen los pescados azules los convierten en un alimento ideal para potenciar las funciones del cerebro.
  3. El apio, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias provienen de la luteolina, un compuesto que favorece el aprendizaje y la memoria.
  4. Las moras, son uno de los alimentos para aumentar la concentración por excelencia. Su carga de antioxidantes y antocianinas protegen de enfermedades neurológicas como el alzhéimer, entre otras.
  5. Brócoli, su alto contenido en colina (una vitamina B) no solo puede favorecer el desarrollo del cerebro del bebé en el útero, sino que también ayuda a prevenir el deterioro de la función cognitiva.
  6. Las yemas de huevo, además de ser otra extraordinaria fuente de colina, contienen fosfolípidos, vitales para las transmisiones
  7. Remolacha, tiene un alto porcentaje de antioxidantes y nitratos naturales que aumentan el suministro de sangre al cerebro y mejoran el rendimiento.
  8. Nueces, uno de los mejores alimentos para aumentar la concentración, su rica proporción de vitaminas, minerales y antioxidantes convierten a las nueces en un alimento de lujo para el funcionamiento neuronal y ayudan a proteger la salud cerebral.