Humanos y robots: ¿El futuro de la amistad y el amor?

DALL-E (2025) [Large language model]. https://chatgpt.com/. (DALL-E)
IMAGEN. DALL-E (2025) [Large language model]. https://chatgpt.com/. (DALL-E)

La idea de mantener relaciones emocionales con robots parecía una fantasía de ciencia ficción. Pero, hoy, con los avances en inteligencia artificial, esa posibilidad se acerca a nuestra realidad cotidiana. ¿Seremos capaces de amar y ser amigos de las máquinas?

Por: Cristián Londoño Proaño

Escritor, académico e investigador

Universidad Indoamérica

Durante décadas, la ciencia ficción ha imaginado historias en las cuales humanos y robots establecen relaciones emocionales. Hoy, con el vertiginoso avance de la inteligencia artificial y la robótica, esas ficciones parecen cada vez más reales. Pero, ¿podría un robot convertirse en nuestro mejor amigo o entender nuestras emociones?

DATO
Una investigación demostró que el 69% de los adultos mayores acompañados por robots combatieron la soledad.

En la literatura y cultura popular

Desde Isaac Asimov con su obra ‘Yo, Robot’, hasta Philip K. Dick en ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, la ciencia ficción ha explorado cómo robots y humanos podrían vincularse emocionalmente. En estas obras, los robots son retratados como seres con conflictos existenciales y emociones.

La novela ‘Máquinas como yo’, de Ian McEwan, plantea una sociedad alternativa donde robots con inteligencia artificial avanzada conviven  con humanos, creando complejas relaciones amorosas y de amistad, al punto de confundir la línea entre lo artificial y lo real.

En la novela ‘Klara y el sol’ de Kazuo Ishiguro presenta la vida de Klara, una inteligencia artificial diseñada para brindar compañía a los niños. A través de sus experiencias, Klara intenta comprender las emociones humanas, planteando interrogantes sobre las implicaciones éticas y sentimentales que surgen al convivir estrechamente con máquinas inteligentes.

Estas novelas nos muestran que los robots pueden ser considerados como ‘seres’ que pueden merecer amistad o inclusive, amor.

TOME NOTA
Xiaoice, el chatbot desarrollado por Microsoft en China, ha mantenido conversaciones con más de 660 millones de usuarios en todo el mundo, estableciendo vínculos emocionales duraderos.

En el cine y la televisión 

En el cine y la televisión hay varios ejemplos sobre cómo los robots pueden relacionarse emocionalmente con los humanos.

La película ‘Her’, que en el 2013 ganó el Oscar como mejor guion original, lleva la idea de la relación emocional humano-máquina al extremo. Un hombre se enamora de una inteligencia artificial. Tiene una relación estrecha. Ella es su confidente y le entiende en sus sentimentos profundos. Esta obra plantea la interrogante de si es posible amar a una entidad que carece de cuerpo físico pero que comprende las emociones humanas.

En la televisión, la serie ‘Westworld’, que se transmitió en HBO, pone en escena a robots con apariencia humana que habitan un parque temático del viejo Oeste para entretenimiento de personas reales. En esta serie se explora los límites éticos y psicológicos de crear máquinas capaces de amar, sufrir y buscar libertad.

En la película ‘Ex Machina’, la línea entre lo humano y lo artificial se diluye, revelando cómo las emociones pueden manipularse, ya sea por humanos o por inteligencias artificiales.

Estas peliculas y series de ciencia ficción son ‘laboratorios’ donde los guionistas y directores exploraron las relaciones entre los humanos y los robots.

Relaciones humanas, robots reales

La robótica social ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en parte de nuestra realidad cotidiana.

En Japón, robots como ‘Paro’, con forma de foca bebé, se utilizan terapéuticamente para aliviar la ansiedad y depresión en adultos mayores.

En China, robots humanoides son usados en centros de cuidado de ancianos para interpretar emociones humanas y proporcionar compañía efectiva, reduciendo la soledad.

En Europa, iniciativas como el proyecto Ability, impulsado por universidades españolas, emplean robots sociales para permitir a niños hospitalizados mantener contacto con sus compañeros de clase mediante sistemas de telepresencia, mejorando su bienestar emocional y rendimiento académico.

Estos ejemplos confirman que la relación afectiva entre humanos y robots ya es una realidad, y en los años venideros, estará, cada vez, más presente.

A modo de conclusión 

La ciencia ficción ha planetado de varias maneras sobre las relaciones emocionales entre humanos y robots. Ha servido para abrirnos la mente a nuevos paradigmas.

La robótica social nos enfrenta a nuevos dilemas éticos y emocionales. Frente a la soledad, la necesidad de conexión y la búsqueda constante de compañía, los robots parecen ser una alternativa. Nos desafían a redefinir lo que entendemos por vínculo afectivo. Incluso, el significado de ser humano en una época dominada por la tecnología.