Vivir en medio del cumplimiento de las responsabilidades donde por un lado hay que reaccionar y responder ágilmente y con rapidez a las demandas cotidianas por la obligación.
Y por otro está la competencia que obliga a crear nuevas cosas, innovar, tomar buenas decisiones y elecciones, precisan ser analizadas y reflexionadas en todos los ámbitos de las vida.
Por todo esto hay una habilidad necesaria a ser desarrollada y entrenada que es la pausa.
Esta sirve para frenar el ‘piloto automático’ con el que ejecuta todas las acciones de la vida, es decir un tiempo de descanso o cambiando de actividades ya sean físicas o mentales.
Esto servirá para pensar antes de actuar y para responder con conciencia y de esta forma lograr no solo calmar los pensamientos sino las decisiones a futuro.
Una de las formas más efectivas de lograr esto es a través de la meditación, pero si fuera difícil hacerlo empiece con ejercicios de respiración, es la forma más fácil de concentrarse en el presente, acompáñelo con música.
Esto no significa que reprima emociones como el coraje o la tristeza, sino que son otras maneras de canalizarlas.
Debe tomar en cuenta que darse un tiempo para hacer nada ayuda a la pensar y analizar si lo que hace le provoca satisfacción o angustia.
Las pausas son necesarias para evitar daños físicos, emocionales o psicológicos. (CNS)