Glaucoma: mejor prevenir, porque no se puede curar

Atención. El 95 % de los casos de ceguera se pueden evitar.

El glaucoma es una enfermedad crónica que causa daño progresivo e irreversible en el nervio óptico, unido a una pérdida visual irrecuperable. Provoca pérdida de la visión del afectado y lo hace empezando “normalmente” por la periferia del campo visual.

Según los profesionales del grupo Miranza, afecta a 80 millones de personas en el mundo y es la principal causa de ceguera irreversible, además, la mitad de los afectados no saben que la padecen.

Diversos expertos lanzan un mismo mensaje: hay que cumplir estrictamente con el tratamiento prescrito y con las pautas de seguimiento, pues es fundamental para detener la progresión de una enfermedad que todavía no tiene cura.

Por no seguir estas pautas a Eugenio Jiménez le pasó factura. Según rememora la doctora María Jesús Chaves,
especialista de Vissum Grupo Miranza, este paciente realizaba controles demasiado espaciados y tomaba un tratamiento que ya no era suficiente.

Este descuido le costó a Jiménez la visión de todo un ojo y, por consiguiente, la imposibilidad de volver a conducir.

Afectados emocionalmente

Una vez que se ha perdido la visión o que se avanza hacia ello, algunos pacientes se sienten superados por la situación.

Así lo indican los resultados del estudio ‘Vivir con Glaucoma’, elaborado por la sección Observatorio del Canal Glaucoma, que señalan que un 52% de los encuestados se siente afectado emocionalmente por la enfermedad.

De hecho, detalla que cerca del 10% ha manifestado padecer trastornos psicológicos o psiquiátricos diagnosticados a raíz de la patología.

Genética

Aunque la enfermedad es más proclive a desarrollarse a partir de los 40 años, también pueden darse en jóvenes por motivos genéticos, según los expertos

Marta de la Torre es un ejemplo de ello, pues a los 12 años le diagnosticaron un glaucoma juvenil después de que en su familia hubieron existido varios casos de esta patología.

Entre los factores que predisponen a sufrir la enfermedad, uno muy relevante es el genético y, por ello, conviene prestar atención a los antecedentes familiares“, indican desde Miranza.

No obstante, a pesar de existir una predisposición genética, la situación puede ser diferente a la de Marta. Como es el caso de José Luis Ocio, quien asegura que todos sus hijos “se han librado por el momento”.

Pero, al igual que los hijos de José Luis cumplen con la pauta de revisiones de prevención desde que a él le diagnosticaron la enfermedad, los expertos advierten de que toda la población debe realizarse las revisiones necesarias para una detección precoz de la enfermedad.