‘No existen pérdidas ni fracasos en la vida, sino oportunidades para crecer’

Javier Altamirano, alcalde de Ambato.
PERSONAJE. Javier Altamirano, alcalde de Ambato.

“…Jesucristo perdóname y abrázame, protégeme, en tus brazos quiero estar, abrígame, bendíceme, no me dejes de mirar”, es parte de la letra de una canción que Javier Altamirano compuso. Ferviente creyente en Dios y amante de la música, son dos características del actual Alcalde de Ambato, quien desde los 7 años aprendió a tocar la guitarra y ha sido su compañera a lo largo de su vida, “encontré en la música ese espacio para poder expresar lo que uno piensa y lo que uno siente”. Sueña en grabar un CD con las canciones que compone, para compartirlas con familiares y amigos.

Para Altamirano la fe es muy importante, sin embargo, resalta que es fundamental respetar las creencias de las personas, cualquiera que estas sean, pero insiste que el accionar de cada uno debe llevar al respeto del ser humano, además, sostiene que “no existen pérdidas ni fracasos en la vida, sino oportunidades para crecer, para ser mejores personas”.

 

Lo que sí, los días domingo en la tarde es imperdonable el chocolate caliente con el pan de Pinllo o algún pan ambateño en la casa de papá y mamá”.

 

 

Su niñez y el deporte

El parque El Sueño es un símbolo que refleja la niñez de Altamirano, una infancia que se desarrolló entre juegos, amigos y el deporte.

Esta cercanía permanente con la actividad física le hizo incursionar en la práctica del fútbol, el pin pon, el tenis, pero terminó prefiriendo el atletismo, que lo practica con frecuencia hasta la actualidad, ha participado en varias competencias a nivel nacional y corre por lo menos tres días a la semana, “ese es el espacio que tengo para desestresarme (…), para mí el deporte se ha convertido en un momento de conexión directa con esa fe que las personas podemos tener y tengo la oportunidad de analizar la parte interna que uno tiene y fortalecerme en esa fe, hago deporte y a la misma vez voy rezando, voy orando”.

 

TOME NOTA
Javier Altamirano está casado con María Verónica 
Dávalos y tiene tres hijos de 14, 11 y 3 años.

 

 

La familia

Altamirano es el último de cuatro hermanos y resalta que creció en un hogar lleno de amor y donde primó el diálogo. Al referirse a sus padres denota el profundo cariño y respeto que siente hacia ellos, los acompaña el mayor tiempo que puede “y lo que sí, los días domingo en la tarde es imperdonable el chocolate caliente con el pan de Pinllo o algún pan ambateño en la casa de papá y mamá”.

Fue educado desde pequeño con el respeto hacia Dios “la fe cristiana católica me ha servido para entender que la vida es de amor y mucho respeto”.

 

 

Es el momento de nosotros para escribir la nueva historia de Ambato y hay que hacerlo trabajando en unidad y trabajando en equipo”.

 

 

Actualmente está casado con María Verónica Dávalos y tiene tres hijos de 14, 11 y 3 años. Altamirano afirma que ha preferido que su vida privada no sea expuesta en lo público, pero recalca que sus hijos son el motivo “para seguir soñando” y salir adelante.

“A través de ellos veo que es importante darle a esta ciudad oportunidades para que nuestros niños, todos en general, tengan una ciudad que yo sueño que sea limpia, ordenada y segura”. 

 

 

EL DATO
Javier Altamirano es el último de cuatro hijos. 
Su padre tiene 88 años y su madre 89 años.

 

La política

La sangre política de Altamirano viene heredada de su padre, quien fue militante político por mucho tiempo, motivado por su suegro, Moisés Sánchez, militante del partido Liberal Radical Ecuatoriano.

Sin embargo, Altamirano cuenta, que cuando su padre tuvo la oportunidad de participar en política todas las personas al que él antes apoyó se portaron mal, “yo crecí con esa imagen de la política de traición, de deslealtad, porque mi padre y madre soñaban con cosas bonitas para Ambato”.

A pesar de esos duros recuerdos de la política, Altamirano decidió involucrarse en las contiendas electorales desde 2004 cuando fue elegido concejal de Ambato, después por dos ocasiones fue candidato a Alcalde y una tercera vez, en 2019, cuando fue elegido la primera autoridad de la ciudad.

Para Altamirano es necesario buscar la unidad, superando cualquier diferencia política, ideológica y partidista, para sacar adelante la ciudad, la provincia y el país “yo he manifestado desde el año 2008, que es el momento de nosotros para escribir la nueva historia de Ambato y hay que hacerlo trabajando en unidad y trabajando en equipo”. (FC)