El deporte y sus beneficios en los niños y adolescentes

El deporte en los niños además de ser un derecho les ayuda a desarrollarse física y mentalmente, a estar más sanos, y a relacionarse de una forma saludable con otros niños.

Gema Carabalí, profesora de cultura física, añadió que esta es una herramienta muy poderosa que une a las personas de todas partes del mundo sin importar su nacionalidad, religión, cultura o color de piel.

Señaló que la responsabilidad de los padres es la de motivar a sus hijos desde muy pequeños, incluso desde los 2 años, a mantenerse activos.

“La mejor forma de hacerlo es jugando con ellos, así es más fácil mostrarle algunos deportes y si lo practicamos juntos se le hará más fácil decidirse por uno”, mencionó la docente.

Añadió que lo importante es que crezcan con la inquietud por desarrollar alguna actividad física y, si es con otros niños, mejor.

 

TOME NOTA
“Cierto es que, debido a su vasto alcance, a su gran popularidad sin 
paralelo y a la formación de verdaderos valores positivos, el deporte 
es, sin lugar a dudas, uno de los mejores inventos del ser humano” 
Novak Djokovic Foundation

 

Para Carabalí es importante recordar que no hay un deporte mejor que otro y lo realmente importante es que el niño se sienta a gusto y se divierta con el que ha elegido, aunque para los padres suponga el esfuerzo de llevarlos y acompañarlos al lugar donde lo practican.

En este sentido, es importante que la práctica de un deporte esté supervisada por un especialista (entrenador o profesor) con el fin de marcar sus límites y evitar excesos que puedan resultar perjudiciales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una hora de ejercicio físico moderado al día, para niños de entre 5 y 17 años, pero también señala que incrementar el tiempo dedicado a su práctica únicamente aporta beneficios para su salud.

 

EL DATO
En los más pequeños los deportes aeróbicos son los más adecuados, pues les 
ayuda a desarrollar su coordinación, elasticidad, equilibrio y sentido 
del ritmo (artes marciales, paseos en bicicleta, juegos en el parque, 
excursiones, etc.).

 

Entre los 7 y 10 años los deportes de equipo y la competición pueden suponer un estímulo muy adecuado, fomentando el esfuerzo, la disciplina y la competitividad, al tiempo que les permite instaurar el hábito del ejercicio físico y mantenerlo cuando sean mayores.

Como recomendación Carabalí mencionó que los padres de familia deben incentivar siempre la actividad deportiva sin que esta sea una obligación o porque sea del agrado de los padres, tiene que ser siempre por voluntad para que no se convierta en una carga para el niño o el adolescente.

Añadió que cuando el único objetivo de practicar deporte es la victoria y los logros, este dejará de ser divertido y perderá las ventajas que tiene en quienes lo practican.

Para finalizar recordó que el deporte mueve emociones y sentimientos, y puede influir en las actitudes y comportamientos de las personas. El esfuerzo, superación, perseverancia, igualdad, respeto, deportividad, solidaridad y compañerismo, éxito personal y colectivo, entre otros muchos, son alguno de los valores que se fomentan a través de la práctica deportiva.

 

Los deportes y la edad del niño

  • Artes marciales: judo o kárate. Favorecen la coordinación de movimientos. Son actividades progresivas que se adaptan fácilmente a cada niño, por lo que se pueden empezar muy temprano, alrededor de los cuatro años.
  • Natación. Es el deporte por excelencia, mejora la coordinación y la resistencia y, además, es muy aconsejable para corregir problemas posturales como la escoliosis. Otra ventaja es que puede iniciarse desde bebé.
  • El niño comenzará a pedalear y mostrar un poco de equilibrio en torno a los 3 años y podrás ir enseñándole a montar en bici. Hacia los 5 años, se desprenderá de los ruedines, un momento perfecto para aficionarle a los largos paseos. El ciclismo es un deporte estupendo para compartir en familia.
  • Proporciona resistencia y potencia, a la vez que favorece la coordinación visomanual. Es un deporte técnicamente exigente que puede iniciarse entre los 4 y los 6 años, dependiendo del desarrollo psicomotor del niño, pero siempre en pequeños grupos y con un monitor especializado.
  • Deportes de equipo. El fútbol, el baloncesto o el balonmano, entre otros, además, de trabajar la forma física, la habilidad motora y la coordinación, le sirven al niño para relacionarse y aprender a cooperar con el grupo desarrollando estrategias de juego. Son muy aconsejables para cualquier niño, muy en especial para los hijos únicos o los que no tienen hermanos de su edad. El niño sacará ventajas de estos deportes en torno a los 7 años.
  • Gimnasia rítmica. Es un deporte progresivo que favorece, sobre todo, la flexibilidad, pero debe practicarse de manera moderada, ya que su exceso puede tener consecuencias indeseadas sobre un cuerpo que está aún en desarrollo. Se puede empezar en torno a los 6 años.
  • Desarrolla el equilibrio y la coordinación de movimientos. Si se practica como deporte, es una actividad exigente que requiere muchas horas de entrenamiento. Se puede iniciar en torno a los 8 años.

 

Beneficios

  • Aprenden a seguir reglas y a crear hábitos.
  • Se socializan y mejoran sus habilidades para relacionarse.
  • Aumentan sus habilidades motoras.
  • Favorece su desarrollo físico con el crecimiento de sus huesos y músculos.
  • Se pueden corregir algunos defectos físicos.
  • Duermen mejor.
  • Les aleja del sedentarismo, reduciendo el tiempo que dedican a la televisión y los videojuegos.
  • Son más sanos, pues la práctica regular ejercicio físico les aporta los mismos beneficios para el organismo que a los adultos.