El chocolate en tableta ambateño es apetecido en mercados internacionales

El chocolate en tableta ha cambiado de presentación, pero el sabor sigue siendo único.
POTENCIAL. El chocolate en tableta ha cambiado de presentación, pero el sabor sigue siendo único.

Ambato es conocida no solo como la tierra de las frutas, flores y pan, sino que a lo largo de los años también se ha vuelto famosa por el chocolate amargo en tableta.

Esto es certificado por más de 35 familias dedicadas a la elaboración de este producto apreciado hoy por hoy en países de Europa, Norte América y hasta en Asia.

El nacimiento de su historia

Con la característica comercial que tiene Ambato, muchas familias viajaron a las fincas de la Costa y otras esperando las cargas gigantes de cacao empezaron con un sueño que se hizo tradición y un referente para otras ciudades y países.

Quienes lo heredaron fueron familias de Huachi Chico, que en décadas anteriores parecían estar apartados del centro de la ciudad, mientras ya se volvían un potencial productivo que dinamizaba la economía de Ambato.

Parte de la labor de todos los días era limpiar, moler, secar el cacao hasta convertirlo en tabletas para envolverlas en papel de empaque que se llevaban los lunes a la feria mayor en los diferentes mercados.

Dedicarse a la elaboración de la chocolatería no solo les significó un cambio productivo, sino que las mujeres se convirtieron en el eje de estos negocios.

Hasta ahora en las fábricas, el 60% son trabajadoras mujeres, que ha decir de los especialistas, es debido a la sensibilidad que las caracteriza, por lo que son catadoras por excelencia.

Los países que más consumen el chocolate ambateño son España, 
Estados Unidos, Italia, Suecia y Francia.

Se van renovando

De eso ya han pasado muchos años y los hijos, nietos, bisnietos y hasta tataranietos ya se tecnificaron, ahora se han transformado y tienen fábricas de chocolate y buscan la exportación para abastecer las perchas de los mercados internacionales.

La iniciativa se dio por la ola migratoria que existe en la ciudad y el país, pues quienes viajan son los primeros impulsadores del chocolate ambateño, pues en sus maletas llevan las tabletas.

Ante esto y con visión empresarial muchas de las fábricas ahora realizan trámites y cumplen certificaciones internacionales para alcanzar la exportación de su producto.

Herencia

Fredy Guerrero, es hijo de una de las chocolateras más tradicionales pero también exigentes, Magdalena Guerrero, y se ha puesto al frente del negocio.

Según cuenta, toda su vida estuvo cerca de esta actividad y hoy dice que es el camino a mantener la tradición, pero no sin innovar.

En la actualidad ya oferta tabletas de chocolate con sabor a mora, hierbaluisa y canela, recetas que aunque parecen extrañas ya eran experimentadas por su familia de manera artesanal.

La presentación es otra de las cosas que los comerciantes han innovado, ya no lo hacen solo en funda de papel, sino que imponen marca y el empaque tiene cierra y abre fácil para conservar mejor el producto. (CNS)