Ducharse puede ser conflictivo para un adolescente

Este es un periodo de transición y la comunicación y el ejemplo son esenciales para que los adolescentes tomen el hábito de ducharse con regularidad.
Periodo. Este es un periodo de transición y la comunicación y el ejemplo son esenciales para que los adolescentes tomen el hábito de ducharse con regularidad.

Gabriel tiene 11 años y ducharse es la peor tortura con la que lidia cada día con su mamá. El preadolescente asegura que esa es una tortura peor que el tener que madrugar.

La madre del menor señala que ha tomado varias medidas para hacer del baño un momento menos molestoso para su hijo y para ella.

“Hemos peleado, hemos negociado y ahora conversamos la importancia del aseo diario para que entienda la importancia de bañarse”, dijo Cristina Rosero, madre de Gabriel.

La misma ‘lucha’ es la que tiene todos los días Estefanía Jurado, de 38 años, y sus hijos de 17 y 14 no creen que ducharse seguido es necesario.

“Mi hija, de 14 años, hasta me sacó un estudio que decía por qué no hay que ducharse a diario y mucho menos lavarse el cabello, pero por costumbre yo me baño todo los día y no entiendo a mis hijos”, cuenta la mujer.

Ambas madres no saben si ese comportamiento es normal o hay algo malo con sus hijos y la misma inquietud tiene centenares de padres y madres que viven esa misma realidad en sus casas.


TOME NOTA
La depresión en los adolescentes es algo habitual debido 
a los grandes cambios que sufren tanto a nivel físico como 
emocional, el no bañarse puede ser una señal y hay que estar
atento a esos cambios.

 

 

Los motivos

Según los expertos, casi siempre que los niños y adolescentes no quieren bañarse es simplemente por pereza.

Ducharse, así sin adornos ni complementos, es para ellos una tarea más aburrida que cualquier otra que podrían estar haciendo en ese momento, así que prefieren, si pueden, evitarlo.

De ahí la oposición que ejercen contra los padres cuando les recuerdan prácticamente todos los días que ha llegado el momento de meterse al agua.

El psicólogo clínico Óscar Pérez, señaló que hay que tomar en cuenta que entender el ciclo evolutivo del menor, que está en un proceso de transición de niño a adolescente.

“La adolescencia es un periodo transitorio nada más, en la que se presentan los cambios físicos, sociales y psicológicos en la que se van reafirmando la parte afectiva, cognitiva y de interacción”, sostuvo el terapeuta.

Añade que en este periodo también se presenta la sensación de falta de pertenencia al hogar, lo que implica que en su desarrollo evolutivo ir perteneciendo al grupo par, menores de su edad y entorno, y así de a poco ir dejando ese único entorno que conoce, que es la familia.

Pérez explica que cuando existen estas situaciones de no acatar ciertas normas sociales, se debe a que buscan su partencia, su reafirmación, así como crear sus propias normas.

 

EL DATO
La buena higiene tiene que 
ser responsabilidad del 
joven como cualquier otra.

 

 

Qué hacer

Ante este particular el psicólogo señaló que los padres deben entender que en este “limbo” que implica pasar a la adolescencia debe ser tratado de manera adecuada y con mucha comprensión y afecto.

“Si queremos que nuestros hijos se bañe debemos explicarles que con los cambios que está pasando su cuerpo empieza a presentar otros olores y por ello deben tomarse duchas”, sostuvo Pérez.

Recordó que por ningún motivo se debe pedirle al adolescente como una imposición y sin razonamiento alguno que haga lo que el adulto le pide, pues eso es contraproducente.

Asegura que esta es una etapa conflictiva per se, y que por ende necesita un acompañamiento afectivo para que acepte de manera adecuada estos cambios.

Añadió que para que el proceso sea menos complicado es importante el inculcarle desde que es pequeño una serie de hábitos sobre la higiene personal.

Recalcó que es indispensable dar ejemplo, ya que ello le servirá a que le dé una gran importancia a la higiene y a lavarse cuando sea necesario.

 

 

Para tomar en cuenta

  • La conversación sobre la ducha

Si aún no ha hablado sobre los cambios que se producen debido a la pubertad con su hijo (como aumento del vello corporal y aumento de la transpiración), ahora sería un momento oportuno para hacerlo.

Si ya lo hizo, puede ser el momento adecuado para recordar que debería lavarse en la ducha casi a diario para continuar sintiéndose lo mejor posible.

  • Demasiadas distracciones

Entre comer saludablemente, actividades después de la escuela, quehaceres en el hogar, amistades e incluso citas, es probable que su hijo tenga muchas cosas a las que atender.

Para algunos adolescentes, la higiene es una de las cosas que se pueden olvidar en un día estresante.

Si parece que su falta de ducha se debe a una procrastinación, trate la higiene como lo haría con cualquiera de sus otras tareas y aplica las consecuencias si no cumplen con la ducha.

Por ejemplo, puede permitir que jueguen a videojuegos o vean la televisión una vez que se haya duchado. De esta manera, sentirán más motivación para mantener una buena higiene corporal.

  • Salud mental o depresión

Desafortunadamente, esto podría ser una señal de algo más serio que las distracciones o ser un postergador.

Incluso, si se siente en sintonía con su hijo adolescente, podría haber cosas que le oculta internamente sobre la escuela, los amigos, los cambios en su cuerpo y más.

Conocer los signos y síntomas de la depresión adolescente, que puede incluir cambios en los patrones de sueño y la hostilidad general, puede ser un recurso para estar en alerta máxima cuando se trata de su salud mental.