Disminuyen a 15 las zonas seguras habitables en Ambato

La población en Ambato creció de forma desordenada y eso incluye asentamientos en zonas de riesgo.
SITUACIÓN. La población en Ambato creció de forma desordenada y eso incluye asentamientos en zonas de riesgo.

Iván Lara vive en una pendiente en el barrio Santa Elena desde hace 40 años, este colinda con Pinllo y El Ollero, en el caso de un sismo o erupción volcánica el sitio más próximo para resguardarse es el estadio que está a 400 metros y al que no alcanzaría a llegar en caso de una emergencia como las mencionadas.

Él dice que su casa es una herencia de sus padres y es lo único que tiene, por lo que en caso de haber un terremoto tendrían que aceptar lo que esto provoque.

Esta área es una de las zonas más complejas, tanto para construir como para escapar en caso de riesgo telúrico o erupción volcánica.

 

Atención

Mediante un estudio técnico y de campo por parte de la Unidad de Riesgos del Municipio, este 2021 se determinaron 15 zonas seguras en las zonas rural y urbana de Ambato.

Estas habrían bajado a la mitad luego de que se detectará que hasta 2019 no se consideraron algunos riesgos, además, de las 16 fallas geológicas de alta peligrosidad que tiene la ciudad.

Héctor Cobo, jefe de la Unidad de Riesgos, manifestó que este estudio era urgente debido a que antes se contemplaron sitios como canchas, parques o lugares con suelo blando o rellenos en caso de sismo, con postes y cableados, canchas sintéticas o estadios cerrados, arborización que no permiten evacuar o construir por el riesgo que representan.

A esto se suman las construcciones que, hasta 2008, no fueron reguladas y están en zonas de riesgo como las quebradas por lo que, ahora deben tomar medidas de mitigación como el reforzamiento estructural o técnicas sismorresistentes, estrategias planteadas desde la Secretaría de Riesgos.

 

EL DATO
Las zonas seguras sirven para que las personas puedan saber dónde ubicarse 
en caso de sismo o erupción volcánica, además, de conocer si el suelo es firme para construir.

 

La técnica Miriam Tapia, quien realizó los estudios explicó que es importante tener espacios abiertos y planos para que puedan servir de zonas seguras que deben buscarse inclusive en las áreas de mayor elevación son para que las personas puedan estar a buen resguardo.

Tapia expuso que Ambato de por sí es un suelo con niveles de susceptibilidad, pero hay zonas identificadas con mayores riesgos por lo irregular del suelo, falta de zonas de desfogue y pendientes como la parroquia: Pinllo, Picaihua, San Fernando, Pasa, Juan B. Vela.

El nivel medio de susceptibilidad se encuentra en parroquias como Santa Rosa, Martínez, Atahualpa, Constantino Fernández, Ingahurco y los Huachis.

Y el nivel más bajo está en parroquias planas como Unamuncho, Izamba y Cunchibamba, sin embargo, hay riesgos por fallas geológicas que deben ser tomadas en cuenta.

El objetivo es ubicar zonas más seguras debido a que todas las parroquias deben tener estas áreas y el trabajo continuará en 2022.

 

EL DATO
Las personas que ya viven en zonas de riesgo deberán 
mitigar el peligro con medidas sismorresistentes.

 

Opinión profesional

Para la ingeniera civil María Cristina López, detectar zonas seguras en una ciudad como Ambato permitirá no solo poner a buen resguardo la integridad de las familias, sino que, si se articula el trabajo con las entidades de control, pararán las construcciones clandestinas.

“Es importante y urgente que se socialice no solo los puntos seguros en cada uno de los sectores urbanos y rurales del cantón sino, que se dé a conocer el tipo de geografía en el que está asentado cada pueblo, pues influye inclusive en la petición de obras”, enfatizó López.

Andrés Cagua, ingeniero en Gestión de Riesgos habló de la conciencia ciudadana, debido a que las personas además de desconocer los riesgos de construir en zonas de riesgos, dificultan el trabajo que los expertos puedan pretender respecto de las capacitaciones.

“La gente debe saber que vivimos en un ‘cinturón de fuego’ y que los sismos o erupciones volcánicas pueden sorprendernos como ya pasó en 2016 donde muchas vidas se perdieron, no podemos solo responsabilizar a las autoridades de nuestra seguridad necesitamos prevenir y qué mejor que participar de campañas”, dijo Cagua.

Para 2022 se proyecta la ubicación de puntos microsísmicos en parroquias rurales, para lo que ya se realiza la contratación de una consultoría que facilite los estudios. (CNS)

 

 

 

Proceso a seguir

Una vez identificadas las zonas de riesgo y que ya se emitió el resultado de las zonas seguras, empezarán las socializaciones con barrios y parroquias para que las personas conozcan de lo que se trata y puedan no solo tener la respectiva señalética, sino que logren entenderla para usarla en caso de riesgo.

Esta será ubicada en las diferentes zonas de acuerdo al nivel de susceptibilidad que presente el área, para generar en la ciudadanía que este es un país de riesgo por lo que siempre deben estar preparados mientras se reestructuran algunas disposiciones para construir con base en el nuevo plan de uso y gestión de suelo.