Roles de género y una escasa comunicación sobre los factores que los afectan son parte de los factores que llevan al suicidio a los hombres.
“Se me venía a la cabeza muchas veces el hecho de suicidarme y que así se acababan mis problemas, este era una luz, no veía otra solución”, confiesa Juan Pablo, mientras habla pausado y con un nudo en la garganta.
Él es de los hombres que tuvo pensamientos suicidas, pero que decidió acudir a terapia donde pudo encontrar ayuda y seguir un proceso, que hasta el momento no termina y que aún guarda días grises.
Estadísticas
Según las cifras de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), en Tungurahua desde el 2019 se registran 375 suicidios de estos el 74% son hombres.
Las cifras son similares a nivel de América en donde el 79% de los suicidios ocurre entre hombres, demostrando que existe una situación que afecta y de la cual poco se habla.
Juan Pablo es el menor de siete hermanos y comparte la casa con dos de ellos, a pesar de vivir y coincidir todo el tiempo en los espacios no habló sobre su situación y los sentimientos que desencadenó la ruptura de su familia.
Uno de los factores que más afecta a los hombres que deciden suicidarse es la frustración al ver que no cumplen con el rol establecido por la sociedad, y ahora por las redes sociales que siguen difundiendo estereotipos de lo que ‘debería ser un hombre’.
«Las expectativas culturales en torno al género determinan en gran medida la diferencia de sexo en la mortalidad por suicidio», es una de las conclusiones de las investigaciones realizadas por el Instituto de Investigación en Políticas de Salud Mental de Canadá.
EL DATO Según datos de la Policía Nacional los problemas sentimentales serían la primera causa de los suicidios.
Desde lo profesional
Verónica León es Psicóloga con más de 15 años de experiencia, ella asegura que parte de los factores que llevan a los hombres a tomar esta decisión son las normas que se encuentran alrededor de la masculinidad, que dictan que los hombres no deben expresar sus emociones, porque se espera que sean fuertes y solucionen sus problemas solos, con esto van creando resistencia a que el hombre pueda expresarse de forma libre.
“No permite que los hombres puedan expresar sus emociones y que no logren identificar con quien pueda compartir un momento de crisis, porque obviamente otra de estas normas de masculinidad es en la que se espera que los hombres solucionen sus problemas solos, que sean proveedores, que se hagan cargo del hogar, más exitosas y resistentes y con ello claro las emociones deben ser controladas y compensadas con estos atributos masculinos”, afirma.
En la búsqueda por desahogarse y encontrar apoyo en su círculo Juan Pablo comentó con uno de sus hermanos sobre sus ideas suicidas, a lo que él le respondió que el pensar en eso no es algo que hagan los hombres.
“La brecha generacional entre mis hermanos y yo es mucha, y lamentablemente vienen de una generación en donde se creía que el hombre no sufre, no llora, entonces no tienes en tu casa un lugar para expresar esto y no quieres mostrar esta imagen de debilidad y tampoco nos queremos mostrar así al mundo”, cuenta.
Según las cifras manejas por la Dinased en lo que va del año en la provincia se registran 34 suicidios de estos 23 son hombres.
TOME NOTA Según cifras del ECU 911, de enero a mayo se han atendido 20 emergencias en Ambato, por lo que es la ciudad que más casos ha presentado entre Tungurahua, Cotopaxi y Pastaza.
Señales
Para la psicóloga Verónica León otro de los roles impuestos por la sociedad como el de hombre proveedor es fundamental al momento de entender las situaciones que pueden llevarlos al suicidio, pues esto se asocia a la identidad masculina.
“Qué pasa cuando el hombre pierde su trabajo o tiene una crisis financiera, lo personaliza y piensa que hay algo malo dentro de él, por lo tanto se va sintiendo y pensando que es un hombre incapaz, que no sirve, que no merece y que su familia no le va a aceptar en esas condiciones y esto sumado a otros factores como la depresión de base o infantiles es un gran riesgo para que la persona atente contra su vida”, asegura.
La Psicóloga brinda algunos consejos que ayudarán a saber si algún miembro masculino de la familia necesita ayuda, entre estos se encuentra el fijarse en los síntomas que son incluso a nivel corporal y que muestran el sufrimiento por el que está pasando.
“Necesitamos dejarnos espacios, pausas, para preguntarnos cómo estamos, creo que el almuerzo, el desayuno es un buen momento para preguntarnos que nos preocupa, cómo vamos en clases, en el trabajo, qué necesitas esas preguntas son fundamentales”, recomienda.
Incluso si la persona evita el diálogo o esquiva el contacto y el compartir un tiempo con la familia sería una señal de que algo pasa. “Eso ya me dice algo, es fundamental crear espacios para conversar y preguntar porque a veces los papitos solo damos instrucciones”, afirma León. (AVI)