Un título universitario no le garantiza empleo a los jóvenes

Hombres y mujeres recién graduados no consiguen empleo en Ecuador.
Jóvenes. Hombres y mujeres recién graduados no consiguen empleo en Ecuador.

Durante largas noches de desvelo Lilia P. elaboró su tesis de grado, hasta que, como dijo ella, “por fin” pudo graduarse como fisioterapeuta en una universidad de Tungurahua de forma virtual.

Si bien el proceso de defensa y graduación no fue “como esperaba”, afirma que en un inicio tuvo “la esperanza de que con su título pudiera encontrar un trabajo” para poder integrarse a la vida laboral pero desde que se graduó, a inicios de 2022, no ha encontrado trabajo.

Ha aplicado en varias empresas y asegura que es imposible cumplir con los parámetros requeridos para conseguir un empleo, ya que le exigen por lo menos “dos años de experiencia”.

Esta situación no es exclusiva de Lilia, pues Andrés lleva un año y medio sin empleo fijo, “me gradué en 2021 como comunicador social. Desde que salí envié mi información a universidades, radios y empresas pero nunca obtuve respuesta”.

 

 

CIFRA
9.1%  DE LOS Jóvenes de la población económicamente 
activa estuvieron desempleados durante dos años mínimo.

 

 

El joven explica que la necesidad de sostenerse económicamente lo obligó a autoeducarse en otro tema, específicamente, en reparación de aparatos tecnológicos. “He tomado trabajos pequeños reparando computadores y PlayStation. Con eso he podido obtener dinero para vivir estos meses” y asevera que si bien la ganancia no se compara con un salario básico, le ha servido para solventar gastos personales.

De igual forma, Bladimir L. se graduó en febrero de 2021 como administrador de empresas y comenta que desde que salió ha enviado su carpeta a “20 empresas sin resultado alguno”.

Dijo que el único lugar donde lo aceptaron sin experiencia es en su actual trabajo, donde labora como mesero desde hace casi un año.

 


TOME NOTA
Uno de los objetivos presentes entre 
los estudiantes es el poder viajar al 
extranjero para conseguir un mejor futuro.

 

 

Cifras

Según el Instituto de Estadísticas y Censos (INEC) hasta junio de este año el 9.1% de la población económicamente activa joven, que son 204 mil 436 de los 2 millones 246 mil 554 jóvenes del país, de 18 a 29 años de edad, se encontraban desempleados.

Estos nueve puntos porcentuales fluctúan en decimales desde prepandemia, ya que en 2019 el nivel de desempleo era 9%.

Al preguntarles a estos profesionales qué tienen planeado para el futuro, las respuestas son diversas. András, por ejemplo, se aventuró por una segunda carrera y aunque solventar sus estudios resulta difícil, por su situación, continúa su camino con esperanza.

En el caso de Lilia, quien se encuentra como voluntaria en el patronato de su ciudad, afirma que buscará opciones en el extranjero de estudio o trabajo. Su destino es Canadá, a donde aplicará esperando que su récord académico “sirva para obtener una beca”.

Finalmente Bladimir apuesta por un emprendimiento, en caso de no conseguir trabajo en los próximos meses. (GS)

 

 

Análisis

Para Julio Mantilla, sociólogo, la dificultad de los jóvenes para obtener empleo se debe, en primer lugar, a la crisis económica por la que atraviesa el país, lo que genera una escasez de plazas de empleo en general.

Añade que según un estudio internacional que encuestó a 3 mil personas de entre 18 y 29 años, de 14 en países de América Latina, evidenció que este grupo poblacional no accede a trabajos fijos por lo bajo de los sueldos, la informalidad, falta de experiencia y de habilidades.

El mismo estudio menciona que alrededor del 79% de esa población no logra conseguir un empleo fijo y estable.

“Cómo se le va a pedir a un joven recién graduado más de dos años de experiencia, por eso deben crearse y reforzarse planes en los que las universidades generar acercamientos con el sector empresarial para que así los estudiantes adquieran experiencia que les permita salir mejor preparados al mundo laboral”, añadió.

El estudio realizado por ManpowerGroup y Junior Achievement muestra que son los licenciados (84%) los que más dificultades tienen para conseguir empleo, seguidos de aquellos que cuentan con un título de bachillerato (81%) y quienes realizaron una carrera técnica (80%).

Este particular, según Mantilla, también debe ser tomado en cuenta para que desde el Estado se impulsen carreras que encaminen a los jóvenes a horizontes diferentes a las licenciaturas y con ello puedan acceder a fuentes de empleo o a su vez sean generadores de empleos.

“Ese es un tema en el que hay que trabajar desde la iniciación escolar, las nuevas generaciones deben dejar de ser formadas únicamente para conseguir un empleo, sino para emprender y generar más fuentes de trabajo”, finalizó el sociólogo.