Retención de taxis informales se duplicó en 2022 en Ambato

Los conductores de los carros particulares que se dedican a este servicio señalan que lo hacen ante la falta de trabajo.
SITUACIÓN. Los conductores de los carros particulares que se dedican a este servicio señalan que lo hacen ante la falta de trabajo. (Foto referencial)

Durante el año 2022, los agentes civiles de tránsito de Ambato retuvieron 611 automotores cuyos conductores los utilizaban para prestar servicio de transporte informal.

Esta cifra representa el doble de lo que se registró en 2021 y 2020, cuyas estadísticas mencionan que fueron 345 y 344 autos retenidos respectivamente.

“Nosotros sabemos que es ilegal trabajar así, pero qué más vamos a hacer. No hay trabajo, a uno ya pasados los 45 años ya ni contratar quieren, tampoco podemos dejar morir de hambre a la familia, así que se toma el carro y se sale a ‘piratear’ porque tenerle parado sin producir tampoco se puede”, aseguró Milton Cedeño, quien a bordo de un vehículo Chevrolet circula por las calles de la urbe desde las 06:00 hasta las 18:00.

Como él, varias son las personas que por una u otra razón decidieron salir a las calles con un carro particular y prestar servicios de traslado, algunos incluso, se han adherido a plataformas móviles que les permiten ser solicitados para el servicio puerta a puerta, lo que ni aun así, representa un trabajo apegado a ley.

 

 

CIFRAS

611  AUTOS Fueron retenidos en 2022 a personas que se dedicaban a prestar el servicio de transporte ilegal. 

344 VEHÍCULOS Fueron retenidos en 2021 por trabajar como taxis informales.

345 AUTOS Fueron retenidos por prestar servicio informal en 2020.

 

 Transporte ilegal

“Por más plataformas que tengan, la prestación de este servicio sigue siendo ilegal, nosotros realizamos los controles necesarios, sobre todo en puntos estratégicos”, aseguró Fernando Torres, director de la Agencia de Control de la Municipalidad de Ambato.

A decir del funcionario, el trabajo desarrollado por el personal de tránsito se ha enfocado en verificar esta prestación de transporte ilegal, y realizar “las intervenciones del caso las 24 horas del día, todos los días”.

 

 

A qué obedece este fenómeno

Antonio Muenala, sociólogo, aseguró que esta situación sucede a partir de “la falta de oportunidades que es preocupante en Ecuador, los jóvenes aún titulados y especializados, son parte de la lista de desempleados, ahora, pensemos en un grupo etario de entre 40 a 60 años, ellos son físicamente productivos, pero sus edades ya no son atractivas para el empresario de hoy, entonces, la alternativa más simple si se tiene un bien a la mano como un carro, va a ser necesariamente el salir prestarle traslado a familiares, vecinos y luego ya a la ciudadanía en general”, dijo el experto.

Para Muenala también es importante mencionar lo complicado de jurídicamente conformar una compañía o cooperativa, “estos procesos engorrosos y los altísimos costos que representan, impiden que una persona quiera legalizarse si tan solo puede tomar su auto y salir a trabajar sin mayores complicaciones, pagos de cuotas, reuniones y todas las situaciones que implican  ser cooperado”.

Finalmente menciona que todo esto “sin contar con la licencia profesional que obligatoriamente deben portar los choferes y que estos conductores informales no poseen, por eso les resulta un trámite y un gasto menos, el laborar en sus carros particulares con la licencia tipo B”. (MAG)

 

 

Dificultades

Entre las situaciones que complican el asunto se suma la dificultad para formalizar este servicio como tal.

“No es así nomás, son trámites largos para formar uno una cooperativa, eso contando con que autoricen y haya dónde poder ponerse, yo intenté comprar un espacio en una de las cooperativas del centro de Ambato y me pidieron 70 mil dólares para cederme acciones y derechos, eso tampoco es legal porque se supone que es espacio público, pero pasa”, comenta Milton Parra, quien labora prestando transporte informal en su auto Nissan.

Añade que quiso “llegar a un acuerdo con quien me estaba vendiendo el puesto y me dijo que era esa cantidad con todo y carro, pero yo tenía el mío no quería otro, no hubo negocio, entonces imagínese con esas cantidades exorbitantes para comprar un pedazo de puesto en la calle, es increíble, y eso nadie regula, pero a uno que sale a buscarse el pan si le persigan”, finalizó el transportista ilegal. 

 

 

La sanción

El artículo 386 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) tipifica como contravención de primera clase a quien conduzca un transporte sin el título habilitante, autorización de frecuencia o que realice un servicio distinto al que fuere autorizado.

Quien lo haga será sancionado con una pena privativa de libertad de tres días, una multa de un salario básico unificado y la reducción de  10 puntos en su licencia.