Niños y adolescentes trabajan para comprar uniformes y útiles escolares

El comercio informal es uno de los más recurrentes trabajos donde se emplean niños.
Problema. El comercio informal es uno de los más recurrentes trabajos donde se emplean niños.

Como cada mañana Silvia, de 9 años, llega hasta el centro de Ambato para, junto con sus padres, sumarse al comercio informal.

Caramelos, frutas, papel higiénico, entre otros son los productos que la pequeña lleva entre sus cosas.

Ella recorre diferentes calles tratando de vender los productos, asegura que esta semana debe reunir dinero para comprar la lista de útiles.

La niña es oriunda de Santa Rosa y aunque sus padres no la obligan a trabajar, ella pone ganas para ayudar y generar recursos para su casa, pues sabe que solo así podrá conseguir todos los materiales para seguir estudiando.

Me gusta mucho leer, me encantan los cuentos, las historias”, asegura al tiempo de comentar que en vacaciones logró reunir para comprarse una maleta nueva que le gustó mucho.

La madre de Silvia indicó que ella tiene dos hijos más, uno de 14 y otra niña de 6, y lamentablemente no le alcanza para darles a todos uniformes nuevos por ello Silvia y su hermano mayor son los que ayudan a trabajar.

En otro lugar de Ambato, en los alrededores del mercado Central, se encuentra Roció, nombre protegido, tiene apenas 11 años y ya lleva varios años ayudando a sus padres en la venta informal de productos agrícolas como tomate, limón, choclos.

 

 

Trabajo infantil

  • Trabajo peligroso: El trabajo infantil peligroso es aquel que pone en peligro la salud o la seguridad de un niño o niña, ya sea por su naturaleza o por las condiciones en las que lo realiza.
  • Tareas domésticas: Se considera que un niño o niña realiza tareas domésticas, cuando participa en tareas dentro del mismo hogar por 14 horas o más de lunes a viernes.

 

 

Para ella lo más importante es vender la mercadería que su madre le encarga, pues eso ayudará para que puedan comprar zapatos para el nuevo año lectivo.

“Siempre ayudamos a mi mamá y en vacaciones mejor salimos todos los días y vendemos más”, comentó al asegurar que necesita zapatos y zapatillas, pues usará el uniforme de los años anteriores.

Israel, de 10 años, recorre las calles con una caja de mascarillas y otra de caramelos, es parte del trabajo que realiza.

El pequeño trata de sonreír y jugar con los conocidos, mientras que ofrece a la gente que pasa sus productos.

 


TOME NOTA
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 
desde hace cuatro años, el número de niños que trabajan
ha aumentado en 8,4 millones en el mundo.

 

“No se vende mucho”, comenta mientras indica que hace ya varios años que trabaja y lo seguirá haciendo, aunque ingrese a clases, pues en la mañana asiste a las aulas y en la tarde trabaja, mientras que los deberes los realiza en la noche.

El padre de Israel manifestó que la situación económica es difícil por ello aún no compra uniformes, espera que le permitan a su hijo asistir con otra ropa hasta la próxima semana, donde aspira a vender más productos para comprar lo que Israel necesita.

 

 

EL DATO
En Quito, Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato, 
la tasa de trabajo infantil oscila entre el 0,7% y el 3,4%.

Los datos

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) más del 7.1% de la población infantil ecuatoriana de entre 5 y 14 años trabaja.

Además, da a conocer que el segundo trimestre de 2019, el 8,4% de los niños de entre 5 y 14 años de edad trabajaba, la cifra bajó a 7,4% en el mismo período de 2021 y a 7,1% en 2022.

El INEC también da a conocer que el trabajo infantil es un problema de los 221 cantones de Ecuador y en las cinco ciudades más grandes, como Quito, Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato, la tasa oscila entre el 0,7% y el 3,4%.

 

 

CIFRAS

  • 7.1% DE LA Población infantil ecuatoriana de entre 5 y 14 años trabaja.

 

 

Esta realidad se vive a pesar de los esfuerzos que se desarrollan desde las instituciones gubernamentales y de lo estipulado en el Código de la Niñez y Adolescencia.

Para la psicóloga Gisela Rodríguez, mucha gente de bajos recursos lleva a sus hijos a las calles y, aunque su afán no es obligarlos al trabajo, los orillan a que continúen en el mismo camino de pobreza, pues no existe una motivación más amplia para que puedan superarse.

La psicóloga aseguró que en la mayoría de niños se vuelve un hábito el trabajo y la posesión de dinero, situación que no la vive si es que trabajan, por ello deciden solo trabajar y alejarse de las aulas. (FCT)

 

 

Edad límite para empezar a trabajar

El Código de la Niñez y Adolescencia (CNA) define como edad mínima para el trabajo a los 15 años, considerando todo tipo de trabajo incluyendo el servicio doméstico.

En el caso del trabajo adolescente desde los 15 años, se plantea un límite de seis horas diarias a la jornada laboral durante cinco días a la semana, siempre que no perjudique el derecho a la educación y cumpla con todas las garantías legales y laborales, como mecanismos para proteger su integridad y garantizar su desarrollo.

Adicionalmente, se requiere de la autorización de los padres.