Equipos de combate de las Fuerzas Armadas operan en Tungurahua

Labores. Personal militar dispuesto en la provincia durante los operativos

Tres equipos de combate del Grupo de Caballería Blindada #32 Azuay brindan su contingente en Tungurahua desde enero de este año.

Dos de estos grupos permanecen haciendo base en la Escuela de Formación de Soldados del Ejército (Esforse) en Ambato y el otro en Baños de Agua Santa para brindar su contingente en Píllaro, Patate, entre otros cantones.

Son en total de 63 militares que están encargados de la ejecución de los operativos para el control de armas, municiones y explosivos.

Labor

Andrés Paspuel, comandante del Grupo de Caballería #32 Azuay, explicó que el trabajo en la provincia se desarrolla en coordinación con la Policía Nacional, Secretaría de Gestión de Riesgos, Tránsito, entre otras entidades encargadas de la seguridad.

 “Venimos realizando las operaciones previo al análisis que nos presenta inteligencia, en lugares de incidencia y focos de vulneración a la ciudadanía”, aseguró Paspuel.

En esos sectores se despliegan grupos de militares vestidos con cascos, chalecos antibalas y armas. Los uniformados establecen puntos de control y allí revisan autos, motos y transeúntes.

Paspuel mencionó que los miembros de Fuerzas Armadas pueden realizar exclusivamente operaciones de control de armas, municiones y explosivos en todo el Ecuador, sin embargo, asegura también, que en caso de delitos flagrantes pueden actuar en contra de la delincuencia.

Las fuerzas militares están facultadas para realizar operaciones de control de armas en cualquier momento, en base a una planificación. No necesariamente se requiere un estado de excepción.

 

En lo que va del año el Presidente del Ecuador ha decretado 
estado de excepción en varias provincias para tratar de 
combatir la inseguridad.

 

Lo que no pueden hacer es apoyar a la Policía Nacional en el control del orden público, salvo que el país o ciertas provincias se encuentren en estado de excepción.

Solo si hay estado de excepción, los soldados pueden apoyar a la Policía en su trabajo. Por ejemplo, los militares suelen aplicar cercos de seguridad, mientras los policías detienen a miembros de grupos delictivos. Se trata de una participación coordinada.

Análisis

“Realmente el uso especial el mando militar es, salvo algunas excepciones, más característico de países autoritarios y poco desarrollados”, dijo Antonio Muenala, sociólogo y docente universitario.

Muenala indicó que esto muestra la inoperancia del Gobierno Nacional en cuanto al manejo de la seguridad interna del país, pues institución determinada para ello, que es la Policía Nacional carece de lo necesario para enfrentar a la delincuencia.

José Ramírez, ciudadano ambateño, aseguró que los controles que realiza la milicia deberían ser permanentes y más frecuentes para disminuir la delincuencia.

“Ya no podemos sentirnos seguros en ningún lugar y me parece positivo que haya militares haciendo operativos”, dijo.

Mientras tanto, Laura Cortez, comerciante del cantón, dijo que ante los casos de extorsión el Gobierno Nacional debería permitir que los militares patrullen en la ciudad.

“Parece que la Policía no abastece a controlar en todo el país, deberían dejar que los señores militares salgan a las calles”, mencionó. (RMC)