En Ambato los padres de familia se organizan por la seguridad de sus hijos

Los padres de familia vigilan a los estudiantes a la salida de clases para evitar riesgos por la inseguridad.
INICIATIVA. Los padres de familia vigilan a los estudiantes a la salida de clases para evitar riesgos por la inseguridad.

Con el regreso a clases y frente a la inseguridad que se vive en la provincia y el país, en las unidades educativas se conformaron comisiones de seguridad de padres de familia.

Este programa está dentro de la estrategia de gestión de riesgos y sirve para dar vigilancia en las afueras de las instituciones educativas para así evitar robos, asaltos y venta de droga.

Aunque esta iniciativa comenzó hace cuatro años, no todas las instituciones la replican, directivos de las escuelas y colegios esperan que los padres se involucren más en esta actividad.

 

 

 

Modalidad

Paulina Olivo es docente y presidente de la comisión de riesgos de la Unidad Educativa Las Américas, ubicada en la avenida 12 de Noviembre, cerca de la plaza Urbina, dijo que las brigadas de seguridad se conforman con padres de familia de todos los cursos a través de un calendario que cubre cuatro turnos al día (a la entrada y salida de los estudiantes).

Con chalecos distintivos, los padres se ubican en las esquinas del plantel, así como al ingreso a la institución para recibir a los niños y adolescentes.

Aquí, no solo vigilan que crucen las calles sin peligro, sino que observan si no hay maleantes que los sigan o extraños que los acosen.

Olivo aseguró que ya hay alertas de que los estudiantes han sido víctimas de asalto, “con el regreso a clases presenciales, los riesgos aumentan”, dijo.

 

EL DATO
En Tungurahua se registraron 131.000 estudiantes 
en este nuevo ciclo escolar 2022-2023.

 

 

Iniciativa policial

Fernando Gavilánez, gobernador de Tungurahua comentó que, a través de la Policía Nacional, se capacitó a la población de nueve parroquias de Ambato con el fin de que la ciudadanía se vincule al tema de prevención del delito.

En ese mismo sistema se trabaja con los padres de familia para que se apoyen en la seguridad de los estudiantes.

Esto como parte del proyecto ‘Escuela Segura’ de la Policía Comunitaria, que elige las instituciones de mayor afluencia y capacita a los padres de familia y docentes en temas de autoprotección y seguridad con estrategias de prevención de delitos y violencia, acciones que luego se evaluarán mediante resultados.

 

 

 

Los protagonistas

En cuanto a la funcionalidad de estas brigadas, los padres de familia tienen criterios divididos, debido al tiempo, la intervención y el trabajo que se pueda realizar.

Mercedes Lara tiene dos hijas en Las Américas y aunque todos los días las deja y retira de la institución, sabe que en algún momento ellas deberán hacerlo solas.

Por eso aseguró que estas brigadas son un apoyo para que los estudiantes puedan, al menos, estar protegidos afuera del plantel, por lo que apoya que se mantengan las comisiones durante todo el año.

Pero no todos piensan igual, pues Carmen Vaca, madre de familia de una estudiante de la Unidad Educativa Bolívar, manifestó que no solo es una pérdida de tiempo, pues muchos padres de familia no pueden cumplir con estos turnos y deben mandar a su tíos o abuelos en muchos casos.

Además, “hablar de protección ante la delincuencia, con cuatro padres de familia frente a un alto número de estudiantes, es antitécnico e imposible de evitar delitos”, dijo.

 

 

Análisis

Para Lautaro Ojeda, analista de seguridad, toda iniciativa que instruya a la ciudadanía sobre protección es positiva, sin embargo, esto debe ser articulado entre los entes sociales (padres de familia, estudiantes, Policía, autoridades y todos quienes conforman el entorno del individuo) para que tenga resultados positivos.

“Si bien es cierto, esto puede generar una educación en seguridad no es suficiente para evitar los actos que pongan en peligro a las personas y es ahí cuando los refuerzos de vigilancia de las autoridades debe darse, pues la seguridad es una cadena que empieza en casa y termina en el lugar donde se desarrolla la persona y si en un espacio de estos se quebranta, poco o nada se puede hacer para garantizar”, manifestó, Ojeda. (CNS)