El Observatorio Económico y Social de Tungurahua hizo un estudio que evidenció que los apagones provocaron la caída del volumen de ventas del sector empresarial de Ambato en un 24%.
En los últimos 35 años el Ecuador ha atravesado varias crisis energéticas que han marcado la economía del país.
La primera ocurrió en la década de los 90 durante el mandato de Sixto Durán Ballén y se mantuvo de noviembre de 1992 a febrero de 1993. La segunda inició en noviembre de 2009 durante el gobierno de Rafael Correa y también duró alrededor de tres meses.
14 años después, en 2023, el presidente de ese entonces Guillermo Lasso, implementó los racionamientos de octubre a diciembre.
El año pasado, 2024, en el gobierno de Daniel Noboa, los primeros cortes programados iniciaron en abril, sin embargo, en el segundo semestre del año el problema recrudeció y el país sufrió apagones de hasta 14 horas, los que se programaron inclusive para el sector productivo.
¿Nuevos apagones en Ecuador desde finales de septiembre o inicios de octubre de 2024?
Realidad local
Ante las pérdidas generadas por los cortes de luz, el Observatorio Económico y Social de Tungurahua realizó un estudio en el que se tomó en cuenta a los sectores de industria manufacturera, comercio, construcción y servicios para establecer el impacto de los apagones en las actividades empresariales de Ambato.
Ana María Sánchez, coordinadora del Observatorio, explicó que “siete de cada diez empresas de todos los sectores económicos se vieron afectadas por los cortes de energía”, estas tuvieron una disminución promedio de 24% en sus ventas.
A pesar de ello también hay un 24% de empresas que aseguran no tener afectaciones en sus procesos productivos y un 5% inclusive dijo que sus ventas subieron.
El estudio también reflejó que, como consecuencia de los cortes de energía, el 45% promedio de las empresas ambateñas cancelaron o se retrasaron en el 19% de sus pedidos. Mientras que un 12.7% de las compañías y negocios tuvieron deterioro o pérdidas de inventario.
En su exposición Sánchez añadió que, otro de los inconvenientes que mostró el estudio es que, el 78% del sector empresarial sufrió un incremento en los costos operativos de 13% en promedio.
EL DATO En Ecuador, el 72% del sistema de generación eléctrica depende del agua.
La disminución de horas de trabajo en las actividades empresariales también tiene una secuela, por lo que la funcionaria explicó que cuatro de cada diez empresas redujeron los horarios laborales, mientras que las seis restantes tuvieron que reprogramar sus jornadas productivas adaptándose a los horarios de los apagones.
Uno de los temas preocupantes que muestra el estudio es que casi el 11% del sector productivo local redujo su personal, cifra que disminuye considerablemente en el sector comercial donde la disminución de su personal no sobrepasó el 2%.
Finalmente, para enfrentar esta crisis, el 89% de las empresas tomaron medidas de contingencia como la adquisición de generadores, paneles solares, baterías y UPS para tratar de normalizar el trabajo, así el estudio refleja que, en la ciudad, para el fin antes señalado, se invirtieron aproximadamente 1.6 millones de dólares.
TOME NOTA Desde la Dirección de Producción del Gobierno Provincial se dio a conocer que el volumen de producción de Tungurahua disminuyó entre un 20% y 25% por la crisis energética que vivió Ecuador en 2024.
La ciudadanía
Mercedes Guamán, trabajaba en una carnicería y a mediados de septiembre su jefa prescindió de sus servicios porque disminuyeron las ventas.
“La situación está complicada, ahorita estoy viendo si consigo trabajo para limpiar alguna oficina o casa, ojalá salga algo”, comenta la madre de familia de tres menores de edad que este jueves 16 de enero estaba buscando una oportunidad de trabajo en la avenida Cevallos y Tomás Sevilla, junto a otras decenas de personas que no tienen un sustento fijo.
Para Sofía Tamayo, quien tiene un bazar sus ventas, entre julio y noviembre del año pasado, disminuyeron por lo menos un 20% pues “teníamos que cerrar el local en las noches, porque en la oscuridad, aunque compré un generador, el miedo a los ladrones era más”. (NVP)