Luego de seis años, se analiza la ordenanza para controlar y sancionar la contaminación auditiva en Ambato.
Mientras tanto, la ciudadanía pide a las autoridades que se den sanciones a los dueños de los carros distribuidores del gas por el ruido que generan cuando pitan o pasan con canciones, a los vehículos que pitan en exceso y a los propietarios de locales que ubican altoparlantes afuera para llamar clientela.
Marcelo Cuenca vive en el sector de La Yahuira y asegura que la falta de control por parte de las autoridades hace que la vecindad sufra contaminación por ruido.
Pese a que ha pedido al Municipio inspecciones a bares y que en este sector los autos pitan demasiado, pero no ha tenido respuesta.
Lo mismo pasa a lo largo de la avenida Cevallos, donde los locales comerciales son infractores y no han sido sancionados, tampoco respetan a las personas que circulan o habitan por este lugar.
Este problema viene desde hace años y la ordenanza que puede regular y sancionar la contaminación auditiva sigue en tratamiento.
Comisión Municipal
El concejal Robinson Loaiza, presidente de la Comisión Municipal de Ambiente, afirmó que al momento se analizan 36 artículos de la ‘Ordenanza para la Regulación y Control Prevención y Control de la Ciudad de Ambato’, para determinar los tipos de sanciones según el caso.
Al respecto del porqué la demora de dicha aprobación, manifestó que el cambio constante de comisiones hace que los concejales retrasen su trabajo, porque muchas veces se vuelve a empezar de cero.
| Normativas
El control de la contaminación del ruido en los espacios públicos está a cargo de los agentes municipales, según el Municipio de Ambato. Mientras que el Ministerio del Ambiente regula y establece normativa para lo que son alarmas, parlantes, etc., en lugares públicos y privados. El ruido por actividades económicas e industriales está regulado por el Gobierno Provincial de Tungurahua. |
Sin embargo, mencionó que al momento ya se encuentran en el artículo 12 y esperan que para dentro de un mes y medio pueda pasar a segundo debate para que pueda ser aprobada de manera definitiva.
Otro de los aspectos por lo que Loaiza dice que la aprobación de esta ordenanza está demorada es porque no se tenían claras las competencias del Municipio y del Gobierno Provincial, pero mediante la Procuraduría se aclaró el tema.
Opinión
Para el analista político Agustín Sánchez, la demora en la responsabilidad de legislar y vigilar que se cumplan las ordenanzas por parte de los concejales influye directamente en el desarrollo ciudadano, sin embargo, los debates a largo plazo y el desconocimiento de estas solo marca un retraso en el desarrollo de la ciudad.
| Estudio sobre la contaminación de ruido en Ambato
A través de un estudio denominado ‘Mapa de ruido del área urbana de Ambato’ que desarrolló el Municipio a través de una empresa consultora monitoreó el sonido generado por el tráfico vehicular en 60 puntos de la urbe. Este trabajo inició en noviembre de 2018 con el objetivo de identificar a la población más afectada por la contaminación acústica que se produce en las vías. La medición se realizó a través de un aparato llamado sonómetro y de un software que registraba todos los datos obtenidos. La Dirección de Control y Gestión Ambiental del Municipio de Ambato determinó que el estudio se desarrolló considerando el límite máximo permisible en la zona mixta del cantón, el cual es de 55 decibelios en el día y de 45 decibelios en la noche. Se tomaron en cuenta a la zona urbana por el tráfico vehicular y las parroquias como Atocha, La Matriz, San Francisco La Merced, Pishilata, entre otras. Según los resultados obtenidos en el estudio, en los 60 puntos determinados se sobrepasa el nivel de ruido permitido en el día y en la noche. Así mismo existen otros puntos que superan los 80 decibeles en el día, entre ellos: la avenida El Rey, 12 de Noviembre, Indoamérica, Julio Jaramillo, José Peralta y Antonio Clavijo. |
Lo que dice la OMS
El estudio, además, reveló que los valores promedios registrados en varios sectores de Ambato son del orden de los 78 decibeles (dBA) y el 90% de las mediciones superan los 65 dBA, con valores máximos de 94 dBA; considerando que la Organización Mundial de la Salud determina que a partir de los 60 dBA un sonido es peligroso. Es imprescindible reducir los niveles de ruido en la urbe para garantizar una mejor calidad de vida a los ciudadanos.