Los puestos de carne a la intemperie se incrementan, algunos se ubican a lo largo de la calle Tomás Sevilla, otros en los alrededores de los mercados
En esta ocasión el puesto de pescado es expuesto sin medidas de salubridad sin embargo la gente lo compra pese a tener consecuencias en su salud.
Esto no solo es molestia para algunos ciudadanos, sino que los propietarios de los locales que venden cerca hablan de la competencia desleal debido a que, además de venderlos a precios más baratos no pagan impuestos y nadie decomisa un producto que atenta contra la salud.
Para Carlos Corrales, del mercado Modelo “esta es una lucha sin fin”, dijo porque mientras a ellos les toca cumplir con las normas de higiene y reciben multas si no lo hacen, en las calles el control no existe.
El problema de comprar carne de cualquier tipo en la calle, es el peligro de adquirir desde una intoxicación por productos en mal estado hasta enfermedades que pueden afectar radicalmente a su organismo.
La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), controla a los locales catastrados. A quienes se les exige el cumplimiento de las normas de calidad, sin embargo, las ventas en las calles son de control del Municipio.
Por su parte, la Agencia de Orden y Control del Municipio de Ambato, interviene en el mal uso del suelo al margen del producto que se venda.
Independientemente del producto, que se venda en las calles, aceras y otros sitios, se hace el desplazamiento de los comerciantes informales en primera instancia, sin embargo, hay ventas que persisten. (CNS)