Si su cuerpo está hinchado, la ropa aprieta y los tobillos parecen reventar, estas son alertas de una retención de líquidos.
La acumulación de líquidos puede prevenirse con un cambio de hábitos tanto en la alimentación como en las actividades físicas.
La explicación
El organismo regula de manera constante los niveles de líquidos que hay en el cuerpo, cuando no lo hace de forma correcta o existe un exceso de agua se rompe el equilibrio de nuestro organismo.
Cuando se da este desequilibrio en los distintos tejidos del cuerpo aumenta la hinchazón y aparecen unas consecuencias, aunque a veces pasan desapercibidas.
Prácticas como una alimentación poco saludable, el exceso de toxinas en el organismo y el sedentarismo son causas de este mal.
En cuestión de alimentación se debe consumir alimentos frescos, frutas y verduras, hortalizas, productos integrales y, por supuesto, la ingesta de agua.
El consumo de agua debe ser de 2,5 a 3 litros al día.
El agua es la sustancia mayoritaria en nuestro cuerpo y aporta hidratación no solo a las células, sino también a la piel.
La especialista recomienda las infusiones de cola de caballo, piña, diente de león o alcachofa.
Lo que debe evitar
Las grasas saturadas como embutidos, quesos y mantequillas, las bebidas azucaradas, los carbohidratos de alto índice glucémico, azúcares simples, harinas no integrales y dulces.
Los fritos y empanados absorben una gran cantidad de grasa, los lácteos y los alimentos industriales ricos en grasas trans como las margarinas también son perjudiciales.
El consumo excesivo de sal también está prohibido por lo que se debe tener especial cuidado con alimentos precocinados, congelados o en conserva. (CNS)