Conozca los beneficios de las siestas cortas

Descanso. Las siestas entre los 10 y 20 minutos son revitalizantes.

Las siestas cortas que, según un cúmulo cada vez mayor de evidencia científica, son una herramienta valiosa para recuperar el estado de alerta y la energía con la que se inicia el día.

El principal beneficio de las siestas breves, es que contrarrestan los efectos fisiológicos que ocurren en el cuerpo desde que las personas se despiertan.

Los expertos aseguran que cuando se toma una siesta, se reduce la adenosina, se metaboliza un poco de esta sustancia en el sistema, y eso ayuda a incrementar los niveles de energía y a sentirse más alerta y despiertos.

Adicionalmente ayuda a mejorar el estado de ánimo.

Se dice que una siesta de entre 10 y 20 minutos puede mejorar el estado de alerta, el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo casi inmediatamente después de despertar.

Estas son siestas energéticas porque al despertar no se experimenta ningún sentimiento de lentitud o somnolencia porque no se ingresa en un estado de sueño profundo.

Esta pausa es buena tanto para los que han dormido bien la noche anterior como para los que no, aunque hay que tener en cuenta que no debemos sobrepasar ese tiempo si no se quiere sentir aletargado al despertar.

Entrenarse para dormir la siesta

Lo importante es no forzarse a dormir, sino simplemente acomodarse en la cama, un sillón o un lugar que resulte cómodo, oscurecer la habitación o usar una mascarilla para cubrirse los ojos, y tratar de aprovechar ese momento para estar quieto y descansar.

También es recomendable, cinco minutos antes de hacer una siesta, dejar de mirar el teléfono o leer correos, respirar con calma y beber un poco de agua. 

 

Desventajas de tomar una siesta

Dormir la siesta no es para todos. Algunas personas simplemente no pueden dormir durante el día o tienen problemas para dormir en lugares que no sean sus propias camas, lo que a veces es necesario para dormir la siesta.

Las siestas también pueden tener efectos contraproducentes como:

  • Inercia del sueño. Es posible que te sientas aturdido y desorientado después de despertarte de una siesta.
  • Problemas de sueño durante la noche. En la mayoría de los casos, las siestas cortas generalmente no afectan la calidad del sueño durante la noche. Pero si ya tienes insomnio o mala calidad del sueño a la noche, dormir la siesta podría empeorar estos problemas. Las siestas largas o frecuentes pueden interferir con el sueño nocturno.

Beneficios de dormir la siesta

  • Previene las cardiopatías. Ayuda a disminuir en un 37% el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
  • Reduce la tensión arterial. Un estudio de Allegheny College de Pennsylvania (EE.UU.) demuestra que quienes duermen una siesta de 45 minutos tras un día de estrés ven disminuir la presión arterial y el ritmo cardíaco.
  • Facilita el aprendizaje. Un estudio de la Universidad de Berkeley asegura que quienes duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan en 10% su capacidad de aprendizaje.
  • Aumenta la concentración. El sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos.
  • Estimula la creatividad. Un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown ha comprobado que la siesta estimula la actividad del hemisferio derecho que se asocia con esta capacidad.
  • Mejora los reflejos. Un estudio de la NASA a 747 pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34% menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.
  • Mejora el estado de ánimo. Dormir inunda el cerebro de serotonina, lo que proporciona una sensación de satisfacción y bienestar.

 

Claves para dormir mejor en la noche

  1. Asegúrese de que realmente esté cansado:

Hacer suficiente ejercicio durante el día es importante; pero evite hacer ejercicio durante las cuatro horas antes de acostarse.

  1. Atención a lo que come y bebe:

Si puede, cene alrededor de cuatro horas antes de acostarse, evitando cualquier cosa pesada, azucarada o con cafeína.

  1. Realice un ritual relajante antes de acostarse:

Su ritual podría consistir en tomar un baño o ducha tibia, meditar, hablar con su pareja o familia, escribir un diario, leer un libro o escuchar música con las luces bajas.

  1. Practique una buena higiene del sueño:

Implica crear un contexto ideal para dormir, es decir mantener un horario de sueño regular, evitar los estimulantes y el alcohol, y prestar atención a su entorno de sueño.

  1. Priorice su sueño:

Asegúrese de dormir las siete u ocho horas recomendadas por noche siguiendo un horario de sueño regular.