Complejo turístico en Píllaro es construido con material reciclado

Las casas o cuchihuasis están hechas a base de material reciclado.
CREATIVIDAD. Las casas o cuchihuasis están hechas a base de material reciclado.

Para Inés García la instalación de su complejo turístico no solo le representa esfuerzo físico, económico, sino que junto a su hermano Edison puso a prueba su creatividad para construir áreas con productos reciclables.

Esta familia, oriunda de Píllaro, aprovechó las propiedades que le heredaron sus padres para dedicarse no solo a la producción de jícama, sino al ecoturismo con deportes de aventura y otros atractivos que por lo generoso del clima ayudan a disfrutar del paseo.

Respeto al medio ambiente

La familia García decidió abrir el campamento, 400 metros abajo de la montaña, este espacio está entre Samanga de Ambato y Penileo de Píllaro, y gracias a que aquí fue una mina, hasta las piedras lajas se reciclan para hacer caminos y cimientos para las cabañas o cuchihuasis (construcciones preincaicas).

La piscina también está revestida del material pétreo y mantiene el agua temperada.

Los cuchihuasis o chozas, en la época preincaica eran construidas con paja y piedra, pero Inés y su hermano ahora usan ropa de segunda mano, mallas metálicas mezcaldas con cemento, selladores y cebo de animales para construir los techos de estas viviendas.

Otra característica de estas cabañas es la utilización de botellas plásticas que usan para ventanales y lámparas en los techos. Las paredes están hechas de carrizo y madera sobre una base de cemento y piedra.

El espacio cuenta con una chimenea construida del mismo material que el de los techos y los espacios que sirven de repisas también son elaborados de plástico, además, se puede cocinar dentro de las instalaciones en ollas antiguas.

Quienes se hospeden en el lugar también cuentan con un salón grande construido con las mismas características que el de las chozas.

En el primer piso hay juegos ancestrales hechos con madera y cartón, muy parecido al futbolín de la actualidad.

La construcción de este espacio está hecho a base de varilla reciclada para soportes en paredes y el graderío, su decoración es rústica y tiene objetos que datan de hace más de 200 años en muchos de los casos.

Junto está un fogón de piedra volcánica que se encuentra en el sitio desde hace miles de años por la erupción del volcán Cotopaxi, además, de un horno a base de este mismo material.

Se puede realizar caminatas, natación, rapel, trepada de montaña, pain ball, 
juegos ancestrales, retos y la excusión con la debida explicación de lo que 
existe en el lugar.

 

En el lugar hay espacios para que las personas puedan pasar la noche.
DORMIR. En el lugar hay espacios para que las personas puedan pasar la noche.

Otros atractivos del lugar

Dentro del recorrido que se hace a pie y dura al menos 45 minutos, se puede encontrar una variedad en fauna con varias clases de aves, anfibios e insectos, así como la flora con plantas medicinales utilizadas para muchas enfermedades.

En cuanto al paisaje se observa elevaciones como el ojo de la montaña, el altar del cóndor y el Urcuyaya (dios de la medicina ancestral), además, podrán observar vestigios preincaicos como las paredes de lo que en su época eran las viviendas de los indígenas.

En el río Culapachán hay truchas que pueden ser pescadas por los visitantes.

Para visitas se puede ir en grupos previo agendamiento de una cita, en el recorrido se sugieren al menos dos días, pues se combinan con deportes como el rapel y la trepada de montaña, pesca deportiva painball. (CNS)

 

Lo recomendable es llevar ropa cómoda, zapatos deportivos y repelente. Para 
reservaciones se puede comunicar al 09 81 84 46 54.

 

¿Cómo llegar?

Las personas que tengan carro propio en la vía a Píllaro deben desviarse por el camino de Penileo, sector Tierra Blanca para dejar sus autos y emprender el descenso.

Para quienes deseen contratar movilización deben llegar hasta la terminal de Píllaro y alquilar una camioneta que los dirija hacia el lugar, por la que pagarán dos dólares.

Hay paquetes desde 15 dólares el grupo de hasta ocho personas que cubren la alimentación, y si desea hacer deportes extremos el alquiler de los equipos se paga como extra.

Este emprendimiento familiar espera extenderse y ofertar más servicios con el tiempo y el apoyo de las autoridades para recuperar costumbres y tradiciones ancestrales.