Una familia guarda su secreto del sabor desde hace 100 años en un barrio tradicional de Ambato.
Una paila de bronce de más de 100 años, una receta familiar y mucho amor son parte de la colada morada de doña Gloria Naranjo, que deleita a los ambateños con su deliciosa sazón en el sector de Atocha.
‘Sabor de Barrio’ es una serie de documentales del Comité Permanente de la Fiesta de la Fruta y de las Flores que registra el patrimonio gastronómico de Ambato y presenta en este tercer capítulo a este popular lugar y a la mujer que trasciende con el legado culinario de toda una familia.
Historia
“Comencé ayudándole a la mamá de mi difunto esposo y gracias a que yo colaboraba aprendí a hacer la colada morada. Ya van a ser 18 años que me quedé con el negocio, y tuve que seguir y adaptarme”, contó Naranjo.
Doña Gloria habla del procedimiento para preparar la colada morada, que va desde elegir las mejores frutas, limpiarlas, procesarlas hasta comenzar a hervir en su tradicional paila de bronce con fuego de leña.
“Hay que mecerle hasta que se cocine bien, agregándole la mermelada de fresa y de piña. Gracias al negocio logré educarles a mis dos hijos, ahora ya son profesionales y gracias al trabajo hemos logrado salir adelante”, comentó.
Para Doña Gloria el toque lo pone el fuego de la leña y el recipiente donde se prepara. “Esa paila es especial, es herencia que me dejó mi suegra, pues viene desde que inició el negocio hace 100 años, porque esto comenzó en 1920 con la abuelita de mi esposo”, contó.
El espacio donde se vende la exquisita colada está lleno de colorido y alegría convirtiéndose en un típico lugar de la ciudad.
Ambato trasciende
“Ambato es la tierra que nos acoge, la capital de Tungurahua, que ha salido adelante, de gente trabajadora que se ha levantado después de haber sufrido algo tan grande como el terremoto”, manifestó.
Testimonios como estos y anécdotas que trascienden generaciones son recogidos a través de las cámaras de ‘Sabor de Barrio’ que recorren la ciudad, documentando las delicias de origen ambateño que son fruto del trabajo constante y de la perseverancia de los habitantes de la tierra de la fruta y de las flores.
Con este documento audiovisual el Comité Permanente busca preservar la memoria social desde la gastronomía, este junto a otros productos comunicacionales son parte del testimonio vivo de una ciudad que ha logrado sobreponerse a las adversidades.