Pensar en que existen personas que pudieran llegar a falsificar un certificado de vacunación para cumplir con lo dispuesto por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), no es descabellado.
Sin embargo, hacerlo, incurre en un grave delito que puede llevar a quien lo adultere o lo use a terminar tras las rejas por varios años.
La ley
Jaime Israel Lozada, abogado, asegura que falsificar un documento sea este público o privado, se configura como un grave delito tipificado y sancionado en el artículo 328 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Si hablamos de un documento falsificado, que pertenezca a una entidad privada, son de uno a tres años de cárcel, pero si se adultera un papel emitido por una entidad pública la condena es más alta.
Y precisamente, los certificados de vacunación constan como documentos públicos, pues se tratan de credenciales emitidas por una institución estatal, en este caso la del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Es así que, la falsificación, adulteración o fabricación fraudulenta de los mismos, encajan en el perfil ilegal descrito. Entre cinco y siete años de cárcel, reza la pena privativa de libertad para quienes incurran en este ilícito.
EL DATO Desde el COE Nacional se emitió la resolución de solicitar el carnet de vacunación para ingresar a cualquier sitio sea este público o privado.
Es mejor evitar
La sanción varía entre cinco a siete años de cárcel, porque para determinar la gravedad del delito se realiza un análisis técnico del documento en cuestión, a decir del profesional.
“Por un lado, puede falsificarse el carnet de forma física o digital, y del grado de adulteración dado a cualquiera de estas presentaciones ilegales, se establece el número de años de cárcel para quien realice o use este certificado adulterado”, mencionó el jurista.
Lozada insiste en que, si bien existen personas que, por cuya creencia religiosa, temor u otras circunstancias, optaron por no vacunarse, y ahora, ante las exhortaciones del COE podrían sentirse tentadas a elaborar o adquirir estos certificados de forma fraudulenta, deberían abstenerse de considerar esta “mala idea”, pues se trata del cometimiento de un “grave delito”, indicó.
El control
“Las opciones a lo largo de las entidades tanto del Estado como privadas, son tomar las formas de control más viables para prevenir el cometimiento del ilícito, habrá quienes por desconocimiento opten por usar una herramienta tecnológica para hacer un carnet o certificado digital sin saber que, realmente cometen un ilícito”, acotó.
Para el especialista, desde las entidades públicas, privadas, negocios comerciales, donde se solicite el carnet o certificado digital, debe contar con algo más que solo la constatación visual de los mismos, para comprobar la legalidad de los mismos.
A su vez, Lozada sostiene que, por parte de las instituciones y establecimientos, deben existir opciones que faciliten el acceso al servicio que requieran, a personas que por alguna razón no hayan accedido a la inoculación.
Tratando, de esta forma, de evitar que personas inescrupulosas generen la necesidad de fabricar o usar un carnet falsificado, señaló. (MAG)
Responsabildad ciudadana
Para Patricio Mayorga, presidente del Colegio de Médicos de Tungurahua, lo que se debería exigir es el estricto control del certificado de vacunación donde se encuentra la información detallada de la vacunación de cada ciudadano, incluso con la fotografía.
Además, de corroborar con la cédula de cada persona, esto a fin de que no se caiga en la manipulación que fácilmente se puede dar con el carnet que se dio en los puntos de vacunación.
“La gente no cumple con la restricción de aforo ni con la presentación del certificado de vacunación”, dijo.
Para Mayorga, es una responsabilidad ciudadana el exigir el carnet en cada local comercial, en cada institución pública o privada a fin de no volver a vivir situaciones críticas de contagio.
“Si esto no se da es que no hemos aprendido nada de lo vivido al inicio de la pandemia”, comentó.
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