Una serie de normas y rutinas pueden ayudar a los padres para que sus hijos duerman temprano, esto contribuirá a mejorar su rendimiento escolar y eliminará las discusiones en las mañanas.
¿Cómo conseguir que los niños se acuesten temprano?
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Fijar una hora para irse a la cama
Los niños, desde que son bebés y hasta los 6 años, deben descansar entre 11 y 12 horas seguidas aproximadamente. Los que tienen entre 7 y 12 años entre 10 y 11, mientras que, los adolescentes deben descansar unas 9 o 10 horas diarias.
Los padres deben pensar la hora en la que se tienen que levantar el niño y restar el tiempo. Es necesario evitar que los horarios cambien demasiado en periodos de vacaciones.
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Relajar la mente antes de dormir
Para que los niños puedan acostarse pronto también hay que cenar temprano. Lo más recomendable es fijar una hora y aprovechar el tiempo después de comer para relajar cuerpo y mente.
Hay que evitar acciones estimulantes como los juegos o el uso del celular. Para una mayor relajación se pueden probar técnicas como un baño de espuma, la lectura, música o hacer respiraciones relajantes.
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Crear un buen ambiente en el dormitorio
Una atmósfera adecuada influye directamente en el descanso. Los padres deben asegurarse de que la habitación tenga una luz adecuada, que las sábanas sean suaves y cómodas, además se puede perfumar la cama con algún olor relajante como la manzanilla o el jazmín.
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Establecer rutinas constantes, pero no estimulantes
Las rutinas de antes de acostarse disminuyen los niveles de ansiedad tanto de niños como de adultos. Algunos de estos hábitos pueden ser: cenar, leer un cuento, cepillarse los dientes o darse un baño.
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Premiar su adaptación a la rutina del sueño
En muchas ocasiones se necesita utilizar algunos trucos para que los niños incorporen una buena conducta.
Uno de los métodos más utilizados en la educación infantil son las recompensas. De esta forma, los menores asocian de forma sencilla lo que está bien y lo que está mal. (RMC)