Censo poblacional no transparenta cifras de la comunidad LGBTIQ+

Los censistas recorrieron todo el país para levantar información estadística.
CENSO. Los censistas recorrieron todo el país para levantar información estadística. (Foro cortesía INEC)

La importancia de contar con un dato cierto que determine el universo poblacional de las personas con diferentes orientaciones sexuales es fundamental para los representantes de diferentes colectivos y organizaciones que conforman a las personas LGBTIQ+.

Sin embargo, la preocupación de algunos voceros de estos grupos sexogenéricos radica en la fidelidad de los datos, pues si bien en el censo se incluyeron dos preguntas referentes a la orientación sexual de las y los ecuatorianos, no a todos los censados se las plantearon.

Roberto Castillo, director ejecutivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (INEC) en entrevista con La Hora, explicó “tuvimos personal calificado que generó la curva de aprendizaje con estas dos preguntas que están en el formulario, el INEC sabía a lo que se iba a enfrentar al colocar estas incógnitas y generar algún tipo de rechazo en población conservadora o de edad mayor”.

Castillo sostuvo que, pese a que se capacitó a su personal en temas de sensibilización sobre ideología de géneros, la referenciación de estas preguntas se sujetó a la subjetividad del censista, aceptando que al final “la cifra va a estar subestimada, pero lo importante es que pudimos llegar a la mayoría de la población, pese a que también encontramos personas que no hayan querido revelar su autoidentificación”.

 

CIFRA
3 MESES  Más se prevé que se demore el INEC en entregar los resultados finales del censo.

 

Castillo hizo un comparativo de este fenómeno social, con el suscitado en 2001 “cuando se incluyó la pregunta de si era indígena, blanco, mestizo, afro o montuvio, y esto se dio gracias a la pelea de los movimientos sociales que le exigieron al Estado la visibilización de sus derechos y más de 20 años después, en este tema esperamos que suceda lo mismo y se genere mucho debate donde ya no sea un tabú el hecho de la identificación sexogenérica”.

 

Más de 20 años después del censo de 2001, en este tema esperamos que se genere mucho debate donde ya no sea un tabú el hecho de la identificación sexogenérica”

Roberto Castillo

Director ejecutivo del INEC

 

En los colectivos

Santiago Hernández, presidente de la Fundación Visión y Diversidad, aseguró que “era previsible que iba a haber recelo en los censistas a la hora de adoptar el tema de la diversidad sexogenérica, porque para esto se necesitaban procesos integrales, amplios, donde tienen que asumir este empoderamiento para abordar el tema y comprender a cabalidad cada término y así explicárselo a la ciudadanía”.

Hernández manifestó que “desde el INEC no se manejaron de manera adecuada los procesos, pues en Tungurahua no se socializó el tema, solo nos pidieron acompañamiento previo, cuando hubiese sido bueno que nos digan para hacer las capacitaciones con las asociaciones que manejamos este tema, pero solo fuimos incluidos en el plan piloto”.

 

TOME NOTA
Desde el INEC, se consideró la subjetividad de los censistas a la hora de formular las preguntas relacionadas a la orientación sexual, por lo que aseguraron harán un cotejo posterior y reuniones con colectivos para corregir el margen de error posible respecto a la data.

 

A la par, Andrea Peñaherrera, psicóloga clínica y coordinadora de proyectos y asistencia humanitaria de la Fundación Mujer y Mujer de Guayaquil, explicó que “para este censo, la fundación y otras agrupaciones fuimos parte del empuje para agregar estas preguntas en el formulario ya que al momento no hay una data dura de este tema, por lo que solo se pudo proveer de una capacitación básica para los censistas y no podemos negar que la subjetividad iba a estar en juego”.

Para Peñaherrera, lo que faltó por parte de los censistas era conocer cómo plantear las preguntas y cómo aplicarlas para no recibir respuestas agresivas como las que en algunos casos se dieron.

 

Para este censo sólo se pudo proveer una capacitación básica para los censistas y no podemos negar que la subjetividad iba a estar en juego”

Andrea Peñaherrera

Fundación Mujer y Mujer de Guayaquil

 

“Esto también debía tratarse de psicoeducar a las personas contextualizando con una corta explicación, pero no hubo este espacio”, dijo la representante quien aseguró, además, que esto es parte de lo que podría falsear los resultados finales del censo en lo que respecta a este grupo humano.

“Desde las organizaciones sociales, este dato nos sirve para saber cuántas personas vulneradas existen, o por ejemplo, cuántas mujeres trans no tienen un trabajo adecuado, estamos conscientes de que al final del censo los datos no van a reflejar la población real de la comunidad”, aseveró. (MAG)

Es importante que conozcamos a qué comunidad sexogenérica pertenece cada habitante del país, pues eso facilita la generación de políticas públicas”

Kléver Peñaherrera

Abogado, exjefe de la Junta Cantonal de Derechos en Ambato

 

Una visión de derechos

Kléver Peñaherrera, abogado, activista por los derechos humanos y exjefe de la Junta Cantonal de Derechos en Ambato, determinó que “es importante que conozcamos a qué comunidad sexogenérica pertenece cada habitante del país, pues eso facilita la generación de políticas públicas”. 

 

EL DATO
Los colectivos conocieron experiencias en las que las personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+ tuvieron que negar su orientación sexual para evitar problemas con sus familiares, falseando aún más la cifra real de este censo.

 

“Sin una data al menos aproximada, es difícil para las instituciones del sector público o para organizaciones que trabajan por y para sus derechos el generar políticas públicas para que atiendan a esta población. Es importante conocer la cifra para que se asignen recursos y generar proyectos en beneficio de este grupo y para eso es necesario tener la cantidad de población que se derive de estas comunidades, pues no tenerla afecta en sus derechos de manera directa”, finalizó Peñaherrera.