Ángel María A., era el primero en la lista de los más buscados en Tungurahua. El hombre fue sentenciado a 25 años de cárcel por violar a su hija, cuando ella tenía 14 años, además, la embarazó.
Mediante la cuenta de Twitter del Ministerio de Gobierno de Ecuador se informó que el agresor fue capturado en Estados Unidos, tenía una notificación roja emitida por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
La investigación en contra del acusado inició en 2008, cuando el tío de la víctima descubrió lo que estaba pasando y denunció el hecho.
Según los archivos del proceso, que están en la página web del Consejo de la Judicatura, la familia de la adolescente se dio cuenta porque le estaba creciendo la barriga.
La víctima confesó entonces, que su papá la violaba desde que tenía 13 años, dijo que lo había hecho por innumerables veces y en diferentes lugares, como la casa de la abuela en Ambatillo, en una casa en Ambato, en el bosque desolado.
Que siempre pasaba los sábados o los domingos, aprovechando que su abuela (madre del agresor) se iba a la feria a trabajar y regresaba tarde. El papá la amenazaba con golpearla para que no dijera nada.
El agresor logró huir, estuvo varios años esquivando a la justicia y finalmente fue atrapado en Estados Unidos.
Familiaridad
La mayoría de niños y adolescentes abusados viven cerca de sus agresores.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) revela que el 65% de las víctimas de violencia sexual en Ecuador son menores que son abusados por sus padres, hermanos, abuelos, padrastros, tíos o primos.
Es decir que, seis de cada 10 delitos sexuales se cometen en casa, por familiares de las víctimas. En el país, solo el 15% de casos de abuso sexual es denunciado, y el 5% sancionado.
Cada semana en el país hay más de 40 niñas y adolescentes entre 10 y 14 años dan a luz, el 80% fueron violadas. (FCT)