Cantinas clandestinas, un problema que crece

Después de comprar licor en las cantinas clandestinas las personas van a libar en el parque 12 de Noviembre.
PROBLEMA. Después de comprar licor en las cantinas clandestinas las personas van a libar en el parque 12 de Noviembre.

Preocupados, así dicen sentirse vecinos y transeúntes de sectores como Pinllo, Izamba, Simón Bolívar, Letamendi, calles 12 de Noviembre, Fernández, Ayllón, por nombrar algunos sitios donde se ubican las cantinas clandestinas.

La causa, el consumo de licor en su mayoría artesanal, que se vende con solo tocar la puerta de varias viviendas.

En algunos casos se camuflan como tiendas y locales, en otros son los habitantes de las viviendas los que ven un negocio potencial en este producto que causa un problema social.

 

Una imagen que se normalizó

El observar a borrachos en la vía pública es normal. Jorge Jaramillo tiene un negocio en la calle Juan Benigno Vela y Montalvo, y este escenario lo ve todos los días.

Jaramillo dice que cada vez son más jóvenes los que están al filo de la indigencia, porque se juntan con otros alcohólicos para comprar ‘botellitas’ de puro que les ayuda a pasar el frío o el hambre.

 

EL DATO
A partir del confinamiento por la pandemia se visualiza 
en las calles más personas en estado de ebriedad.

 

Esto se replica en parroquias como Pinllo, donde un silbido es la señal para que alguien del segundo piso sujete un botella de licor en una cuerda y le haga llegar a quien lo requiere, este ‘servicio’ es a cualquier hora de la madrugada.

En la calle Sauco de la avenida Pachano, apareció un muerto el año anterior, según los vecinos la víctima habría salido de una de las cantinas clandestinas del sector.

CIFRA: 50 centavos es el precio de una botella de licor artesanal en estos lugares.

 

Hasta dónde llegan las autoridades

La Intendencia General de Policía de Tungurahua ha detectado desde hace seis meses al menos 27 cantinas clandestinas, de estas solo se han clausurado siete porque están dentro de locales con alguna actividad comerciales.

El intendente, Diego Proaño, manifestó que “lamentablemente las cantinas se ocultan en domicilios donde no se puede intervenir, a menos que se tenga una orden de allanamiento de un juez como manda la ley”.

Así reza en los artículos, 215 y 216 del Código Integral Penal y los elementos de orden procesal para que  los actores de Justicia  (jueces, fiscales y policías) ejecuten su función. Si el delito es flagrante se interviene directamente, caso contrario hay que seguir un proceso.

 

El DATO
Personas, en su mayoría hombres, de entre 20 y 
48 años consumen licor y duermen en las calles.

 

En el único caso en el que sí tienen la obligación de intervenir, es en el desplazamiento de libadores que se encuentren en espacios públicos y la sanción le corresponde al Municipio basado en una ordenanza que no se cumple dijo, Karen Llagua, abogada de profesión.

Alex Valladares, concejal de Ambato y exintendente de Tungurahua, manifestó que al estar las cantinas en propiedad privada es muy difícil poder intervenir, a menos que se haya iniciado el proceso legal antes mencionado.

Las autoridades coinciden en que la participación ciudadana es importante en la erradicación de este problema social, ya que deben existir denuncias de lugares donde se venda o consuma licor para que las autoridades puedan intervenir. (CNS)

 

Sectores donde cantinas clandestinas han sido detectadas

  • Simón Bolívar
  • Letamendi
  • 12 de Noviembre
  • 13 de Abril
  • Urdaneta
  • Colón
  • Primero de Mayo
  • Izamba
  • Pinllo