El box lo alejó de los vicios, ahora comparte ese legado

Henry Yanzapanta motiva a los jóvenes a la práctica del deporte. (Fotografía: Alex Villacis Guevara)
Pasión. Henry Yanzapanta motiva a los jóvenes a la práctica del deporte. (Fotografía: Alex Villacis Guevara)

Con la mirada fija en su pupilo, hace la mímica como si fuera él quien está arriba del ring, lanzando cada golpe.

Grita, salta, se mueve tratando de transmitir a su alumno la confianza para que demuestre lo que aprendió en los entrenamientos.

Así es una jornada de competencia como entrenador de box para Henry Yanzapanta, un hombre de 39 años, que vio en el box su pasión e inspiración para caminar por el sendero del bien.

El ‘boxeador’ como lo conocen muchos o el ‘profe’ como le dicen sus alumnos relata que viene de un sector llamado Jesús del Gran Poder en la zona rural de Santa Rosa, al sur de Ambato.

 

TOME NOTA
Yanzapanta cuenta con un gimnasio donde recibe a niños, 
adolescentes y jóvenes de escasos recursos para entrenarlos 
y vincularlos al box.

 

Allí afrontó su niñez entre limitaciones y el campo, fue creciendo y en su adolescencia se enfrentó a una cruda realidad, la falta de recursos educativos, sociales e incluso de servicios básicos del sector. Una comunidad que solamente era conocida por las riñas callejeras, los vicios y todo lo malo que las autoridades, dirigentes y propios moradores recuerdan.

“Me tocó adaptarme, juntarme con los chicos del barrio que eran puñeteros, siempre en la calle y en la escuela reinaban las peleas”, dijo.

Su voz se apaga cuando recuerda esa cruda realidad, por ello asegura que hoy trata de enfocar sus esfuerzos en brindar espacios para que jóvenes y adolescentes de escasos recursos tengan un lugar digno donde entrenar y vincularse al box.

 

Todo deporte, como el box, ayuda a cambiar vidas y mantiene a los jóvenes alejados de las drogas y la delincuencia”.  

Henry Yanzapanta,

Entrenador de box

 

Una oportunidad

A los 18 años se unió como conscripto al Ejército y fue allí donde reconocieron su talento, de la mano del profesor Henry Hurtado.

“Siempre hay tentaciones, vicios que como joven se deben sortear y para mí el box fue mi inspiración”, comentó.

Desde allí, el box se convirtió en su pasión, se vinculó con la Federación Deportiva de Tungurahua, fue campeón nacional tres veces, vicecampeón nacional ocho veces y formó parte de la selección de Ecuador para los Juegos Bolivarianos. (FCT)

 

EL DATO
Para más información para ayudar o para tomar las clases 
de box puede comunicarse al número 09 80 91 28 90.

 

Su familia su mayor soporte

Para el ‘boxeador’ la familia es el mayor soporte de cualquier ser humano. Recuerda que aunque sus padres no contaban con recursos económicos siempre estuvieron apoyándolo, motivando para que Henry continúe en el camino del deporte.

“Mi madrecita Piedad Guamán siempre me apoyó y mi padre Julio Yanzapanta me inculcaron que siga perseverando en el deporte”, dijo.

Actualmente su esposa Marlene Pilaminga y sus dos hijos, Dayana y Jair, tomaron esa posta de apoyo y soporte para seguir adelante.

 

Logros de Henry Yanzapanta

  • Tres veces campeón nacional
  • Ocho veces vicecampeón nacional
  • Seleccionado de Ecuador en Juegos Bolivarianos

 

Apoyo a los jóvenes  

Su mayor orgullo es sentir que su pasión le permitió no estancarse por la falta de oportunidades y sobresalir, hoy se dedica al trabajo de soldador en un taller para poder solventar sus gastos, pero asegura que jamás abandonará su pasión.

Lleva el deporte en la sangre y las ganas de enseñar en el corazón, pues afirma que el box ayuda a cambiar vidas y mantiene a los jóvenes alejados de las drogas y la delincuencia.  

“Yo creo que un entrenador es como un segundo padre, porque es consejero, amigo, a veces hasta psicólogo y así tratamos de guiarlos por los buenos pasos”, comentó.

Por ello fundó un gimnasio donde enseña box a niños de escasos recursos económicos con el apoyo de otros profesionales y personas adultas que llegan también a entrenar y que se convierten en padrinos para los chicos.

Yanzapanta espera que más personas se sumen y puedan apoyar a adolescentes y jóvenes de escasos recursos para que tengan un espacio y una disciplina deportiva que sirva de aliciente para alejarse de los vicios.

 

Yo creo que un entrenador es como un segundo padre, porque es consejero, amigo, a veces hasta psicólogo y así tratamos de guiarlos por los buenos pasos”.

Henry Yanzapanta,

Entrenador de box.