Blade Runner fue una adaptación libre de una novela del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick. Año tras año fue consolidándose como una obra de culto del cine de ciencia ficción.
Cristián Londoño Proaño
Escritor, académico e investigador
Universidad Indoamérica
El 25 de junio de 1982 se estrenó en 1290 salas de cine de Estados Unidos una película que sus productores anticiparon que sería una película taquillera. Su título era Blade Runner.
Esta película narra la persecución del policía Deckard a unos replicantes. Esos replicantes huyen de las autoridades, buscando su propia sobrevivencia. Al final, la humanidad de Deckard queda cuestionada.
Blade Runner representaba la gran apuesta de Warner Bros. En contraste, Universal Pictures apostaba por E.T., de Steven Spielberg. El resultado fue que la producción de Universal ganó por completo a su rival de Warner Bros. Sin embargo, su origen estuvo marcado por influencias literarias y creativas que transformaron su camino hacia la pantalla grande. Te cuento esta historia.
Un libro memorable
Blade Runner fue una adaptación libre de una novela del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick.
En la década de los ochentas, Dick era un escritor que había tenido un éxito parcial con sus obras. Era reconocido como un genio en los círculos especializados de la ciencia ficción, pero no por el gran público.
En 1968, publicó una novela llamada: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, que no fue un bestseller, pero tuvo una buena acogida en los fanáticos de la ciencia ficción.
Precisamente, el guionista Hampton Fancher escribió una adaptación cinematográfica de la novela, que mostró al productor Michael Deeley y este planteó el proyecto a Ridley Scott para que dirigiera esta película. Ridley Scott aceptó la propuesta, pero no le gustó el nombre original.
Al final, se tomó el nombre de un tratado de cine de William S. Burroughs, que el propio Ridley Scott compró los derechos sólo del nombre.
DATO Blade Runner fue producida por ‘Blade Runner Partnership’ con un presupuesto de 28.000.000 millones de dólares.
El trabajo pesado
El guión de Blade Runner tuvo tres versiones, además de los innumerables borradores. A esto hay que sumar, que, en una entrevista, Ridley Scott confesó que no conocía mucho de la obra de Dick.
Las sucesivas versiones y el desconocimiento de la obra de Dick hicieron que la película y la novela tomaran distancia. Cada guionista puso su aporte creativo y fue enriqueciendo al producto, pero al mismo tiempo alejándolo de su origen.
Desde mi punto de vista, son casi productos narrativos independientes. Narrativamente, ambas obras tienen su propia estética y plantean historias desarrolladas en un universo común. En este punto, el término adaptación puede quedar cuestionado, quizás se salva porque aborda las temáticas de la novela de Dick: la humanidad, la realidad, la posmodernidad.
El propio autor expresó cierto beneplácito. Philip K. Dick jamás estuvo en el estreno de la película, porque murió dos meses antes. Pero el productor le dio un pase privado para una exhibición de 40 minutos. Luego de que Dick miró las escenas, escribió una carta entusiasmado, donde dice que la película va a ser una revolución para la ciencia ficción y que da un nuevo comienzo al género y finalmente dice que el largometraje justifica su trabajo creativo.
TOME NOTA Blade Runner fue dirigida por Ridley Scott y escrita por tres guionistas: Hampton Fancher, David Peoples y Roland Kibbee.
El estreno
En la primera semana de estreno de Blade Runner, considerado por los productores ejecutivos de Hollywood como un tiempo fundamental para medir el impacto de una película, no recaudó lo que se esperaba, apenas 6.15 millones de dólares.
Los productores ejecutivos de la Warner vislumbraron un enorme fracaso. Muchos críticos norteamericanos señalaron que la película tenía demasiados efectos especiales y “no funcionaba”.
Por suerte, Blade Runner tuvo una buena acogida en el exterior. Tuvo un enorme impacto. Esto influyó en las ventas locales. La película terminó recaudando aproximadamente 33.771.000 millones de dólares. Los mismos críticos que le atacaron, terminaron diciendo que se habían equivocado en su percepción y era una gran película. Año tras año fue consolidándose como una obra de culto del cine de ciencia ficción.
El resultado
Blade Runner no fue una adaptación fiel, sino una reinterpretación que expandió la esencia de la obra de Philip K. Dick. Ambas narrativas, aunque distintas, enriquecen la ciencia ficción al explorar de manera complementaria las complejidades de la humanidad y la realidad.