Asma infantil, consejos para enfrentarla

Entre los posibles desencadenantes del asma se encuentran las infecciones víricas, el humo, el perfume, el polen, el moho y los ácaros del polvo.
CUIDADO. Entre los posibles desencadenantes del asma se encuentran las infecciones víricas, el humo, el perfume, el polen, el moho y los ácaros del polvo.

EFE . Es una de las principales causas de absentismo escolar y un importante factor que condiciona la calidad de vida. En España, el asma es la enfermedad crónica más frecuente en la población infantil, con una prevalencia del 10%, según la Red de Grupos de Asma en Pediatría (regAP). ¿Se puede controlar?

TOME NOTA
Muchos niños superan el asma. Sin embargo, hasta uno de cada 
cuatro niños o bien siguen teniendo ataques de asma o los síntomas 
del asma se resuelven sólo para volver (lo que se denomina recaída) 
cuando los niños son mayores.

Consejos 

Julio Masset, doctor de la compañía Cinfa, habla del asma infantil como algo controlable, pero que se ha de cuidar.

Entre los consejos que da para este problema están el darle su medicación tal y como te lo indique el pediatra. Para que disfrute de una buena calidad de vida es muy importante que tome su medicación en la dosis, frecuencia y duración indicadas por su pediatra (que muchas veces lo hará pese a no presentar síntomas) como parte de su tratamiento para el asma.

Enseña a tu hijo a usar correctamente el inhalador. Si tiene la edad suficiente, hazle una demostración y anímale a repetirla. 

La técnica de inhalación 

  • Abrir el dispositivo
  • Prepararlo (agitarlo, rotarlo o cargarlo)
  • Vaciar los pulmones de aire
  • Bloquear la respiración
  • Colocar el orificio del inhalador en la boca
  • Inhalar a fondo
  • Contener la respiración de cinco a 10 segundos
  • Volver a respirar con normalidad
  • En algunos casos, se indica enjuagarse la boca (especialmente al tratar con corticoides)
  • En el caso de los bebés o niños pequeños, aprende a usar adecuadamente las cámaras de inhalación.

El especialista recalca que nunca mediques por tu cuenta e informa a su pediatra de nuevas prescripciones que otros especialistas hayan podido indicarte. 

Aprende a reconocer las crisis

Pide a su pediatra que te enseñe a detectar los síntomas de empeoramiento, ya que el menor a veces no es capaz de reconocerlos. 

Por este motivo, puede ser muy beneficioso usar un medidor de flujo respiratorio, que constata la limitación del soplo.

Prepara con su pediatra un plan de actuación escrito, que te indique con exactitud qué debes hacer cuando tu hijo o hija sufra una crisis grave. Puede recomendarte pautas como:

  • Aumentar la dosis
  • Asociarlo a otro
  • Tomar otro nuevo
  • Acudir a urgencias

Otras recomendaciones

Introduce en su día ejercicios respiratorios. Aprende y enséñale a practicar de manera regular ejercicios de fisioterapia respiratoria, porque le ayudarán a controlar la respiración y la ansiedad cuando llegue una crisis asmática. 

Si, tras esta, persiste la dificultad respiratoria, no lo mandes al colegio o guardería. Tampoco lo dejes en casa sin supervisión.

No fumes en su presencia y aléjale de los ambientes de humo. El tabaco es uno de los principales desencadenantes del asma porque incrementa la inflamación bronquial. 

Evita los alérgenos que más le afecten. Además del tabaco, debes mantener su entorno libre de todas las sustancias que pueden empeorar su asma como pólenes, polvo, ácaros, hongos o el pelo de los animales

Para ello, la higiene y limpieza del domicilio, el cambio frecuente de ropa de cama y ventilar adecuadamente (salvo alergia al polen en las estaciones que aparece) son hábitos esenciales.

Sí al deporte, pero con precaución. El ejercicio físico está recomendado en un niño asmático, porque le permite desarrollarse y aprender a controlar la respiración. 

No obstante, es preferible tomar algunas precauciones:

  • Comprobar que la calidad del soplo en reposo es normal.
  • Asegurarte de que realiza ejercicios de calentamiento y aclimatación.
  • Verificar que el comienzo de la actividad es progresivo.
  • Antes del ejercicio intenso, puede que su pediatra le recomiende inhalar un medicamento broncodilatador de acción rápida. 
  • Siempre es recomendable (aunque el ejercicio sea de menor intensidad) llevar medicamentos de urgencia por si se produjera una crisis.

Siempre que el asma esté bien controlada y sea estable, un niño o niña asmática puede viajar como cualquier otra persona, pero debéis llevar con vosotros sus medicamentos habituales, el plan de acción por escrito del pediatra y los fármacos que pueden necesitar en caso de empeoramiento o crisis.

¿Qué es el asma?

El asma es una afección pulmonar que está causada por una reacción alérgica. 

Esta enfermedad puede manifestarse tanto en el primer año de vida como durante la infancia o en la edad adulta.

Tratamiento

Es una enfermedad crónica, por lo que no tiene cura. De esta forma se insiste en la importancia de controlar la exposición a los alérgenos que afectan al niño, además del control ambiental.

En cuanto al tratamiento farmacológico, normalmente se toma mediante inhaladores

En algunos casos, siempre en mayores de 5 años, se puede recurrir a la llamada inmunoterapia, es decir, la desensibilización al alérgeno a partir de su administración a través de un medicamento.

Síntomas

  • Tos.
  • Pitos o silbidos en el pecho.
  • Secreción de moco viscoso y espeso.
  • Rinitis.
  • Sensación de opresión o dolor en el pecho

Algunos desencadenantes comunes de asma incluyen:

  • Animales (pelo o caspa)
  • Polvo, moho y polen
  • Ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros medicamentos
  • Cambios climáticos (en la mayoría de los casos, tiempo frío)
  • Químicos en el aire o en los alimentos
  • Humo del tabaco
  • Ejercicio
  • Emociones fuertes
  • Infecciones virales, como el resfriado común