Apertura de la frontera entre Ecuador y Colombia preocupa a los calzadistas

El comercio informal de calzado continúa en diferentes calles de la ciudad.
Preocupación. El comercio informal de calzado continúa en diferentes calles de la ciudad.

La disminución paulatina de las ventas y el ingreso de productos de contrabando, son de las principales preocupaciones de los calzadistas de Tungurahua.

Ahora, con la apertura de la frontera con Colombia, anunciada para este 15 de diciembre, la intranquilidad se incrementa.

A decir de los productores, si antes de la pandemia la reducción en las ventas bordeaba el 40%, con la pandemia ascendió al 60% y 70%; por lo que con la medida tomada por el Gobierno Nacional temen que se incremente el ingreso, legal y por contrabando, de calzado colombiano, lo que afectaría a la producción local.

 

 

Realidad

Para Miguel Toapanta, productor de calzado, constituye una preocupación para la producción local debido a que, incluso con las restricciones en la frontera, se evidencia el ingreso indiscriminado de zapato colombiano el mismo que se vende sin control en las calles de Ambato.

“Todos los días se inundan las calles con los informales que no son siquiera coterráneos para que impulsen la producción local, sino que es calzado del norte que no se sabe cómo ingresa y nadie hace nada”, dijo.

Jaime Rosales, otro productor, explicó que a esto se suma a que en Colombia se aplica la devolución del impuesto al valor agregado (IVA) a turistas y a quienes no residan en el país, medida que hace que sus productos sean aún más baratos para los ecuatorianos, situación que aprovechan los comerciantes y traen mercadería para venderla provocando la caída del producto local.

 

El Dato
La frontera se reabrirá después de 19 meses de cierre por la pandemia.

 

Corresponsabilidad

Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara Nacional de Calzado (Caltu), manifestó que la comercialización se ha visto afectada por diferentes factores uno de ellos es el costo de producción, pero además el contrabando y la informalidad.

“Lamentablemente mientras existan personas que siguen comprando productos que no tienen facturación, obviamente la informalidad y el contrabando van a persistir”, dijo.

Según Villavicencio hay que hacer un llamado a la ciudadanía para que las compras se hagan en espacios formales y de esta forma proteger la producción local.

Mientras que, con las autoridades se deben coordinar diferentes operativos, decomisos y más acciones para controlar la venta informal y el contrabando.

Para Villavicencio, el sector se ha visto paralizado desde que inició la pandemia y esperan que en este fin de año se pueda reactivar la producción y las ventas, siempre y cuando las condiciones de la apertura de la frontera norte se lleven de manera controlada. (FCT)