Ambato: Nuevas generaciones pierden interés por liderar sus barrios

Las asambleas del vecindario o las mingas se han perdido por la inseguridad y falta de interés.
ACTIVIDADES. Las asambleas del vecindario o las mingas se han perdido por la inseguridad y falta de interés.

Los jóvenes ya no quieren formar parte de las comitivas barriales, mientras que los fundadores dejaron los sectores o ya no pueden hacerse cargo de sus sectores en Ambato.

La falta de tiempo y el uso de la tecnología hacen que las nuevas generaciones pierdan el interés por liderar en sus propios barrios, perdiendo así no solo la figura comunitaria, sino las actividades de estos sitios.

Cristian Ramírez tiene 27 años y aseguró que los estudios y el trabajo le hicieron deslindarse en su totalidad de las actividades que hay en su barrio, al sur de Ambato.

El joven afirmó que no hay tiempo para preocuparse de las actividades que se hacen como antes, porque cada uno vive en su propia realidad y cubriendo sus propias necesidades.

Adela Grasso tiene 45 años y tiene su local desde hace 17 años en las calles Espejo y Juan Benigno Vela, barrio Modelo del centro de Ambato, ella dice que ya las personas que lideraban los comités barriales y hacían eco de las actividades, no solo sociales, sino culturales ya no están.

“Algunos migraron a lugares más pasivos porque geográficamente el comercio y hasta la inseguridad ganaron espacio, otros ya no están y nadie heredó ese liderazgo”, dijo Grasso.

 

Hay quienes aún no pierden la esperanza

En cambio, hay otros como Héctor Supe, de 65 años, que tratan de sostener de cierta manera la unión de su barrio Amazonas, en el sector de la Bolivariana, pese a lo que él llama antipatía y poca solidaridad de la juventud.

Supe dijo que no solo la tecnología formó el individualismo, sino que la inseguridad ha hecho que las personas se dispersen aún en un mismo lugar, pero que mediante bocinas y notificaciones se organizan marchas y actividades de vinculación para no perder el trabajo colectivo.

Así mismo, Fátima Ulloa, quien lidera en El Español, uno de los barrios tradicionales de la ciudad, aseguró que al momento se realizan varias actividades para reunir y fomentar la cultura de la ‘buena vecindad’ con reuniones y trabajo mancomunado con las autoridades.

Ulloa reconoce que se han perdido muchas costumbres y tradiciones por los cambios sociales que se han dado en el último tiempo, ya sea por seguridad, comercio o migración de las familias, sin embargo, confía en que una buena organización le dará a este espacio la figura de un barrio organizado.

Doris Aguilar, coordinadora de barrios, coincidió en que muchos de los sectores tradicionales fueron perdiendo esa personería, porque ya no hay quien se ponga al frente y poco o nada les interesa a los jóvenes seguir el legado de sus padres y abuelos porque ya tienen otros intereses.

 

Lo que dicen las autoridades

Con esta realidad se encuentran no solo quienes fueron parte de los comités barriales, sino las mismas autoridades que buscan recuperar a la comunidad a través de charlas de seguridad y mingas para recuperar espacios que se convirtieron en zonas de peligro y contaminación.

Según Luis Bedón, director del Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana de Ambato (Comseca), los tiempos han cambiado y ha habido una evolución, pues hay otras maneras de integrar a la comunidad.

“De cualquier forma se trabaja con la colectividad, lo que han cambiado son las herramientas en casos como la inseguridad hay alarmas comunitarias, mingas, actividades lúdicas, entre otros, pues las generaciones actuales son parte de la sociedad, pero de diferente manera”, insistió Bedón.

Por su parte, el teniente coronel, Juan Carlos Ortega, jefe del distrito Norte, afirmó que al momento se repotencian las reuniones barriales para retomar una de las actividades principales que consolidaba los barrios.

Además, la autoridad aseguró que la colectividad cuenta con herramientas como el botón de pánico, la comunicación directa con los moradores, el ECU 911 y otras estrategias que se han aplicado para salvaguardar la seguridad de la sociedad. (CNS)