A través de un estudio internacional que analizó la situación de la democracia en la región y que fue realizado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Lapop Lab, Universidad Vanderbilt, Barómetro de las Américas, Grupo de Análisis Político y Corporación Participación Ciudadana Ecuador, recabó información de encuestas en todos los países de América Latina y el Caribe y reflejó que 6 de cada 10 ecuatorianos han perdido la confianza en las elecciones del país.
El informe del estudio en una de sus conclusiones muestra que la pandemia y las crisis democráticas han generado que la legitimidad de las elecciones sean seriamente cuestionadas.
“Las irregularidades y acusaciones de manipulación de votos son generalizados”, se advierte en el estudio.
De acuerdo con el informe, Ecuador es el cuarto país de América Latina y el Caribe en el que los ciudadanos consideran que los votos no se cuentan correctamente o existen irregularidades.
En el estudio, la edad destaca como un predictor significativo de confianza en las elecciones, siendo los encuestados más jóvenes los que expresan más escepticismo en relación a los procesos electorales.
TOME NOTA El 5 de febrero de 2023 está previsto un nuevo proceso electoral en Ecuador.
Criterios
Para José Luis Arias, empleado, en los tres últimos procesos de elección, el fenómeno de denuncias de irregularidades han sonado con mayor fuerza y eso ha hecho que la desconfianza en los procesos crezca.
“Hace dos elecciones se acusó al Consejo Nacional Electoral fuertemente por supuesto fraude electoral, pero nunca aclararon”, recuerda al tiempo de asegurar que ya no sabe si su voto sirve o no para mejorar la situación del país.
Criterio similar es el que comparte Isabel Calle, profesora, quien aseguró que la actitud de los políticos de la actualidad hace que se tenga desconfianza de todo lo relacionado con los procesos electorales y la política.
Análisis
Giuseppe Cabrera, analística político, manifestó que el informe analiza la cultura política ecuatoriana y parte de esa cultura es el alto grado de desconfianza que los habitantes tienen en las instituciones, “en los políticos, en la justicia, en el ejecutivo, son instituciones desvalorizadas y que terminan repercutiendo en un proceso como son las elecciones”, comentó.
Según el analista, se trata de una respuesta sistémica, luego, otro factor que alimenta esa desconfianza es la irresponsabilidad de los políticos ecuatorianos que no tienen buenos resultados, indicadores, encuestas y peor control electoral, pero al ver un resultado negativo en las elecciones denuncian fraude.
“Indudablemente el sentimiento de desconfianza en las elecciones lo alimentan los mismos políticos perdedores que no aceptan los resultados y no saben hacer otra cosa que acusar de fraude”, comentó.
Cabrera aseguró que el tema se torna más conflictivo cuando se trata de elecciones presidenciales, puesto que existen más intereses en juego y por ello se habla de fraude, mientras que en las elecciones seccionales estos indicadores son menores, a menos de que existan diferencias muy cortas entre los candidatos.
Explicó que es muy poco lo que se puede hacer o exigir a la institucionalidad de las elecciones, ya que el organismo electoral de Ecuador ya es una función del estado, algo que no pasa en ningún otro lugar del mundo, “más autonomía no podría tener”.
Este medio buscó una versión del CNE Tungurahua sobre el tema, sin embargo, la respuesta fue que no se iban a pronunciar, porque le corresponde a la instancia nacional. (FCT)