$20.000 al mes se invertirían en el arreglo de parques en Ambato

ESTADO. Los columpios, basureros y otros objetos son dañados por la ciudadanía.

Jessica Narváez salió con sus hijos al parque de La Laguna la mañana del martes y se encontró con uno de los columpios recogido y dañado.

Ella aseguró que, hasta hace tres semanas, que visitó el sitio, todos los columpios estaban en total funcionamiento y pidió a las autoridades municipales se hagan un mantenimiento de los juegos infantiles.

Un caso parecido se da en Atocha donde, a decir de los moradores del sector, están desprendidas las coberturas que adornaban esta estructura del escenario en el que se hacen las presentaciones de comedia los fines de semana.

Asimismo, los bebederos fueron sustraídos por cuatro ocasiones y cada uno cuesta alrededor de 180 dólares, también hay robo de grifos de agua y otras piezas que deben ser reemplazadas.

Además, el problema de los graffitis es continuo, lo que implica una inversión recurrente por parte de la Municipalidad.

EL DATO 
El robo de piezas en las instalaciones de los parques no es denunciado por lo que no existen registros de sanciones.

 

Montos

Piedad López, jefe de Mantenimiento de Edificaciones del Municipio de Ambato, señaló que todos los días se cambian piezas o artículos en los parque.

El monto de este trabajo puede llegar hasta los 20 mil dólares mensuales que, salen del presupuesto que se destinaría a realizar otros trabajos en beneficio de la ciudad.

“Si reemplazamos lo que dañan o lo que se llevan de forma permanente, cada ocho días, los gastos suben y no hay una partida que se determine para esto, sino que debemos utilizar fondos que ya están establecidos para otros proyectos y eso es pérdida para la ciudad”, recalcó López.

TOME NOTA 
El mantenimiento de pintura en las instalaciones se lo debe hacer cada dos años, pero debido a los graffitis se lo hace cada año.

 

No hay sancionados

Según Fernando Torres, director de Control y Orden de la Municipalidad, el problema no es que solamente haya daño o sustracción de los objetos, sino la falta de compromiso por parte de la ciudadanía al no cuidar los bienes públicos, que son para la distracción y el servicio común.

Añadió que, dentro de esa desidia, por parte de la comunidad, está el no reportar actos destructivos y vandálicos de quienes le hacen daño a los bienes públicos, lo que limita los controles y por ende no hay sancionados.

“Es imposible tener agentes de control detrás de las personas, son ellas las que deben cuidar un espacio que es suyo y para su servicio, deben apropiarse y vigilar sus bienes”, recalcó Torres.

Para la socióloga Natalia Sierra, cuidar los bienes públicos tiene que ver con un estado de conciencia de la colectividad, que al no tener sentido de pertenencia no mira como suyos los bienes que no son gratuitos, pero cree que no le cuestan. (CNS)