Sitio arqueológico asirio de Tell Ajaja, vandalizado por el EI

AFP


Tell Ajaja es uno de los sitios asirios más ricos de Siria, pero durante el paso por éste de los yihadistas del grupo extremista Estado Islámico (EI) fueron destruidas estatuas milenarias y bajorrelieves que aún no habían sido desenterrados.

El EI ha devastado un patrimonio inestimable en Siria e Irak, y en el caso concreto del sitio de Tell Ajaja lo controló durante dos años hasta que que en febrero de 2016 grupos kurdos expulsaron a los yihadistas de la mayor parte de la provincia de Hasaké.

Ubicado en los alto de una colina a medio centenar de km de la frontera con Irak, Tell Ajaja ofrece un espectáculo desolador. Desde lejos pueden observarse los restos de objetos destruidos y grandes huecos en el suelo, secuelas del saqueo, pudo constatar la AFP.

A pesar de que la mayoría de los tesoros de Tell Ajaja, descubiertos en el siglo XIX, se encuentran en museos sirios y del extranjero, los yihadistas y otros saqueadores se llevaron vestigios aún desconocidos.

«Encontraron objetos aún escondidos, como estatuas y columnas. Se perdieron muchas cosas», lamenta Mamun Abdulkarim, jefe de las Antigüedades sirias.

«Más del 40% de Tell Ajaja fue destruido o saqueado por el EI», afirma por su parte Jaled Ahmo, director de Antigüedades de Hasaké. «Los túneles perforados destruyeron niveles arqueológicos inestimables», testigos de la historia económica, social y política de la época.

Páginas de la Historia destruidas

En 2014 aparecieron fotos de yihadistas destruyendo a martillazos estatuas del segundo y primer milenio pertenecientes al patrimonio asirio, diseminado sobre todo en Irak y Siria, donde tiene lugar una guerra devastadora desde 2011.

«A golpe de excavadora, estos bárbaros han quemado páginas de la Historia de la Mesopotamia», destaca Abdulkarim. «En dos o tres meses redujeron a la nada lo que habría necesitado 50 años de trabajos arqueológicos», añade.

Fotos publicadas en el sitio de las Antigüedades muestran objetos destruidos o robados en Tell Ajaja: bajorrelieves con inscripciones en alfabeto cuneiforme, leones y animales alados, inclusive «lamassu», criaturas con cabeza humana y cuerpo de toro o de león con alas de águila, cuyo objetivo era el de la defensa contra los enemigos.

Asiria, con su capital Nínive (actualmente en Irak), era un poderoso imperio del norte de la Mesopotamia. El arte asirio es particularmente célebre por sus bajorrelieves que recrean escenas de guerra.

«Tell Ajaja o la antigua Shadicanni era una de las principales ciudades asirias» en el territorio sirio actual, explica Sheijmus Ali, de la Asociación para la Protección de la Arqueología Siria (APSA).

«El EI transformó la colina en zona militar», cuenta a la AFP un habitante del lugar bajo el seudónimo de Jaled, quien añade: «nadie tenía derecho a entrar sin autorización».

Contrabando hacia Europa

«Verdaderas hordas de hombres armados entraban acompañados de traficantes de objetos arqueológicos», asegura otro lugareño, Abu Ibrahim.

Tell Ajaja era conocida como Tell Araban en la época islámica. Pero, lamentablemente, «los estratos superiores que se remontan a esa era también fueron arrasados», deplora Jaled Ahmo.

Numerosos vestigios han sido contrabandeados a través de la vecina Turquía hacia Europa, según Abdulkarim, quien alertó a Interpol.

Desde su ascenso militar en 2014, el EI ha devastado varios sitios mesopotámicos en Irak (Hatra y Nimrud) y en Siria, algunos clasificados como patrimonio mundial de la Unesco.

En Siria, más de 900 monumentos o sitios arqueológicos han sido afectados, dañados seriamente o destruidos por el régimen, los rebeldes o los yihadistas, según la APSA.